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Piden Rusia y Francia intervención de la OEA para supervisar planta nuclear de Zaporiyia

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, acusó ayer a Ucrania de bombardear la central nuclear de Zaporiyia, ocupada por las tropas del Kremlin, y advirtió del “riesgo de una catástrofe”, en una conversación telefónica con su par de Francia, Emmanuel Macron, al tiempo que ambos mandatarios coincidieron en la necesidad del envío inmediato de una misión del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) para supervisar la planta.

Putin “subrayó que el bombardeo sistemático del territorio de la planta nucleoeléctrica por el ejército ucranio crea el riesgo de una catástrofe de gran magnitud”, informó el Kremlin en un comunicado.

Moscú confirmó su disposición para brindar la asistencia necesaria a los inspectores del OIEA, detalló.

El mandatario ruso aceptó que la misión de inspección pase por la autorización de Kiev, “respetando la soberanía” ucrania, indicó el Palacio del Elíseo.

Moscú y Kiev se acusan mutuamente de bombardear la planta de energía nuclear más grande de Europa, que fue capturada por Rusia en marzo, pero que aún está a cargo de técnicos ucranios. El Kremlin rechazó antier la posibilidad de una desmilitarización de las instalaciones, tal como propuso la Organización de Naciones Unidas (ONU).

El director general del OIEA, Rafael Grossi, reiteró su llamado “urgente” a rusos y ucranios para que actúen con “máxima contención” en la planta nuclear y aseguró que mantiene contactos para poder enviar “cuanto antes” una misión de expertos.

Grossi reconoció la voluntad de Kiev y Moscú de aceptar la llegada de este equipo, pero ahora espera que estos gestos permitan que una misión del OIEA pueda alcanzar la mayor central nuclear de Europa.

El presidente ucranio, Volodymir Zelensky, instó antier a garantizar la seguridad del sitio, tras recibir antier en Leópolis al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y al secretario general de la ONU, Antonio Guterres.

Al visitar ayer el puerto ucranio de Odesa, Guterres afirmó que la electricidad generada en la central de Zaporiyia pertenece a Ucrania y exigió que se respete plenamente ese principio después de que altos responsables rusos amenazaran en los días recientes con apagar dos reactores. “Obviamente, la electricidad de Zaporiyia es ucrania y es necesaria, especialmente durante el invierno. Y este principio debe respetarse plenamente”, afirmó.

El operador de las nucleoeléctricas ucranias Energoatom señaló que temía que Moscú, que ocupa la central desde marzo, desconectara la planta de la red.

“Hay informaciones de que los ocupantes rusos prevén detener el funcionamiento de los reactores y cortar las líneas de suministro del sistema de energía ucranio”, indicó Energoatom en Telegram. El corte privaría de electricidad a 4 millones de hogares ucranios.

La visita de Guterres a Odesa se da en el contexto de las negociaciones para conseguir una “intensificación” de las exportaciones de cereales de los dos países beligerantes, esencial para aliviar el riesgo de crisis alimentaria mundial.

Hasta el acuerdo alcanzado el mes pasado entre Kiev y Moscú, con mediación de Turquía y patrocinio de la ONU, las exportaciones ucranias estaban bloqueadas por la presencia de buques de guerra rusos y de minas colocadas por Kiev para defender su costa en el mar Negro.

Durante su conversación telefónica con Macron, Putin se quejó de la persistencia de “trabas” a las exportaciones agrícolas rusas, pese a ese acuerdo, informó el Kremlin. Una queja que fue rechazada por Francia.

Al presenciar la carga de uno de los barcos para exportar cereales en el puerto, Guterres llamó a los gobiernos y empresas a apoyar el flujo de los suministros de alimentos y fertilizantes rusos a los mercados internacionales.

En el terreno, varias explosiones sacudieron bases militares en las zonas controladas por Moscú en Ucrania y en la propia Rusia durante la noche. En Crimea, la península que Rusia se anexionó en 2014, hubo detonaciones cerca de la plataforma aérea en Belbek, en la costa suroeste, en las proximidades de Sebastopol, que es la sede de la flota del mar Negro de Rusia.

En el extremo opuesto de la península, el cielo también se iluminó en Kerch, cerca de un enorme puente hacia Rusia, que señaló que la luz era del fuego de sus defensas aéreas.

En Rusia, dos pueblos fueron evacuados tras explosiones en un vertedero de municiones en la provincia de Belgorod, cerca de la frontera ucrania, pero a más de 100 kilómetros del territorio controlado por las fuerzas ucranias.

Los funcionarios rusos informaron que no hubo heridos en Crimea ni en Belgorod, e indicaron que habían derribado drones en Belbek y Kerch. Sí confirmaron la evacuación de dos pueblos en Belgorod donde estaban investigando la causa del incendio.

Kiev ha cultivado una atmósfera de ambigüedad en torno a esas explosiones al no hacer comentarios oficiales sobre los incidentes en Crimea o dentro de Rusia, al tiempo que insinuaba que estaba detrás de ellos, usando armas de largo alcance proporcionadas por Estados Unidos o sabotaje.

Más cerca del frente, Kiev también anunció una serie de ataques durante la noche detrás de las líneas rusas en el sur de la provincia de Jersón, incluyendo un puente en la presa de Kakhovska, una de las últimas rutas de suministro de Rusia en la orilla oeste del río Dniéper.

El viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Ryabkov, declaró en televisión que el ataque a instalaciones en Crimea marcan “una escalada del conflicto abiertamente alentada por Estados Unidos y sus aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN)”.

Ryabkov informó que se advirtió a Washington contra tales acciones en llamadas telefónicas con miembros de alto nivel del gobierno del presidente Joe Biden. Agregó que la “participación profunda y abierta de la Casa Blanca” en la guerra “pone efectivamente a su país al borde de convertirse en parte del conflicto”.

En tanto, el Pentágono anunció ayer un nuevo paquete de 775 millones de dólares en equipos de defensa y municiones para Ucrania, que incluye misiles Himars, drones, y, por primera vez, vehículos antiminas.

Un funcionario de Defensa no identificado indicó que la adición del equipamiento de limpieza de minas, que incluye 40 vehículos antiminas, es para ayudar a los ucranios con acciones más ofensivas, tras admitir que éstos no habían logrado recuperar territorio significativo pese a las armas suministradas.

En tanto, la Unión Europea expresó su preocupación ante el anuncio del despliegue de aviones de combate rusos armados con misiles hipersónicos en el enclave báltico de Kaliningrado, fronterizo con Polonia y Lituania.

La OTAN advirtió a Moscú que el despliegue de los misiles no ayuda a rebajar las tensiones en las mismas fronteras de la alianza, y reiteró que defenderá “cada centímetro del territorio aliado”.

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