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Evitar a toda costa el control de precios es tarea del gobierno federal y el poder legislativo.  

Por Víctor Barrera 

Hasta ahora las medidas para tratar de detener el incremento de la inflación en México, han sido principalmente en el aumento de cupos de importación en productos agropecuarios, que lastiman aún más el mercado interno y la aplicación de subsidios de alrededor de 300 mil millones de pesos en ingresos tributarios a las gasolinas y el diésel, que poco han servido para dicho objetivo, sin embargo, si abren un boquete enorme en las finanzas públicas. 

Se instrumento un Paquete contra la Inflación y la Carestía (Pacic), donde 24 productos fueron establecidos con precios máximos, pero esto no ha dado el resultado buscado ya que solamente son algunas empresas la que participan y esto hace que el beneficio no llegue a toda la población, pro si ha habido incremento de precios que han elevado la índice inflación para establecerse en 8.76 por ciento hasta la primera quincena de septiembre. 

Este Pacic, que el próximo lunes, 3 de octubre, presentará una nueva versión no tiene un cambio de fondo y la participación de las empresas participantes tampoco se incremento.

Al parecer a este gobierno le falta aplicar los famosos Pactos, que se establecieron durante la segunda mitad de la década de los 90 y en donde participaron todos los sectores productivos del país, empresarios, productores, trabajadores y por supuesto el gobierno federal. 

Cada uno aportando y cediendo algo para evitar que la inflación se elevara más allá de dos dígitos. El gobierno federal apoyando con  recursos públicos a todos los sectores productivos, para fortalecerlos y permitir una mayor producción.

El sector empresarial evitando despedir trabajadores. El sector laboral, los sindicatos, no pidiendo incrementos salariales, que ahorcaran a los empresarios financieramente, y esto provoco que se alcanzaran inflaciones menores a dos dígitos. 

Ahora solo existen medidas que radican principalmente en ampliar la canasta de alimentos y productos que hoy son sólo 24, y congelar los precios hasta febrero. Esto pretende evitar que llegue al control de precios de los productos porque esto podría producir otros problemas como el desabasto y pérdidas para las empresas.

Quizás una solución de parte del gobierno y los legisladores federales, que en la aprobación del Paquete Económico 2023, se otorgue mayores recursos al campo para que se produzcan más alimentos, se compren en precios justos y revendan de igual manera, pero esto tendría un efecto hasta después de la primera mitad del próximo año. Otra solución es abrir la contracción de infraestructura a la incitativa privada para crear un mayor número de empleos, y el tercero es evitar que la mayor parte de los recursos se vayan a las mega obras de esta administración, porque de lo contrario los gastos del erario público se seguirán ampliando y no se tendrán recursos para los otros sectores productivos. 

Es cierto que el problema de la inflación deriva en gran parte de factores externos, pero también de la falta de producción interna, escasez, pero más aun de la falta de inyección de recursos para favorecer al mercado interno, de nada sirve ofrecer programas sociales, en supuesto beneficio a la gente, pero estos recursos se diluyen ante los altos precios de esos productos. 

Ojalá, los diputados federales decidan modificar el Paquete Económico a favor de la aplicación de mayores recursos en los sectores productivos, para reactivar de manera real el mercado interno y crear producción, riqueza, a favor de todos. 

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