Por Víctor Barrera
Me imagino que las cosas en el estado de Campeche van de maravilla, no hay secuestros o extorsión, el crimen organizado no existe, la población disfruta de todos los servicios públicos al ciento por ciento y su calidad de vida es la mejor del país, es decir, ganan salarios que evitan que cualquier habitante del estado caiga en la pobreza, por lo tanto, la economía del estado es boyante que permite a su gobernadora hacer espectáculos mediáticos.
Layda Sansores, gobernadora del estado, desde hace mucho tiempo se ha dedicado a ser “politqeuería” como califica López Obrador a eso que pretende servir, pero no lo hace.
Tanto es la desesperación de esta señora que no le importa contra de quien hace comentarios incendiarios, algunos verdaderos y otros falsos, porque está acostumbrada a que sus caprichos sean atendidos.
Ahora, en su programa “Martes de Jaguar”, el destinatario de su espectáculo fue Ricardo Monreal, coordinador de la fracción parlamentaria de Morena en el Senado de la república, el objetivo es señalarlo como un traidor al movimiento (Morena).
La gobernadora de Campeche difundió una conversación, vía whatsapp, que supuestamente tuvieron, en el año 2000, el político zacatecano y el dirigente nacional del PRI, Alejandro «Alito» Moreno.
De acuerdo con esta conversación el objetivo principal era hacer un arreglo político, Monreal ayudaría a “Alito” para que la Procuraduría General de la República no le confiscara sus bienes a cambio de apoyo político.
El espectáculo fue aderezado con la interpretación, estilo radionovela, de los textos presentados, algo similar a lo que se acostumbraba en los años 40 y 50 en México, una radio novela.
Esto ha provocado la posibilidad de un cisma al interior de Morena, pero también nos deja ver que en Morena los impulsos por obtener mayor poder son de tal manera que no importa destruir al amigo.
Estas ambiciones son dignas de un guion para una serie televisiva, donde todo un grupo de personajes se destruyen entre ellos con tal de quedar bien con el poderoso y obtener de él beneficios políticos y económicos.
México ya no merece este tipo de políticos, y por ello deberemos empezar a analizar si votaremos por los mismos de siempre, que han vivido del presupuesto público por más de seis años y que esperan seguir viviendo de ello.
En México requerimos de políticos que trabajen para los beneficios de todos y no los particulares, que estos políticos realicen el trabajo por el cual fueron elegidos y dejen de lado la codicia.
Los políticos que quieran permanecer por varios años dentro del gasto público, deberán trabajar para ello y ganarse la confianza y el voto de la ciudadanía.
