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Propone PVEM reforma al código penal para castigar a quienes inciten a cometer actos ilícitos con supuestos actos de adivinación

El diputado federal, Fausto Gallardo García, integrante del Grupo Parlamentario del Partido Verde Ecologista de México (GPPVEM), propuso reformar el Código Penal Federal, para incluir que son autores o partícipes de un delito, quienes inciten a una persona o grupo a cometerlo, utilizando, incluso,  supuestos actos de adivinación.

De acuerdo con la reforma al artículo 13 del citado Código, son igualmente culpables los que inciten dolosamente a otro a cometer un ilícito, incluyendo a «quienes mediante supuestos actos de adivinación manifiesten a una persona o grupo de personas que tienen posibilidades de cometer la conducta delictiva que les consultan»

Se establece que se impondrán las mismas penas a quienes inciten a cometer el ilícito  y en caso de que el hecho  llegara a consumarse se les impondrá hasta la mitad de la pena que se le pudiera imponer a quienes cometieron el hecho delictivo, incluyendo la sanción que se les pudiera imponer por las agravantes del mismo.

El legislador ecologista explicó que, recientemente, se ha documentado que los restos humanos son usados en diversas actividades, cómo en el caso de estudiantes de medicina, la realización de rituales que se practican en las religiones o cultos conocidos como Santería, Palo Mayombe, Espiritismo, Iglesia del Diablo y sus derivaciones, así como otros cultos e iglesias del mismo tipo e incluso para el tráfico o introducción de sustancias ilícitas a instituciones federales y locales de reclusión.

Lo anterior ha generado un mercado negro de piezas óseas, así como la proliferación de otras conductas que se encuentran tipificadas como delito tanto en el ámbito local como en el federal.

Recordó que un ejemplo de lo referido es el caso del bebé Tadeo, de quien, en enero pasado, sus restos fueron exhumados y usados de manera ilegal, demostrándose el contubernio de diversas personas para la realización de los ilícitos.

Gallardo García resaltó que en la capital del país los traficantes de huesos humanos llegan a cobrar desde 200 pesos por un dedo y hasta 35 mil pesos por un esqueleto completo; el precio varía si se trata de restos de un adulto, un niño o un bebé.

Mencionó que incluso,  delincuentes o grupos de estos, previo a la comisión de un hecho delictivo, acuden ante los sacerdotes o «padrinos» de los cultos mencionados,  para consultarlos y éstos, mediante supuestos actos de adivinación, les indican la viabilidad del ilícito, así como las precauciones que deben tomar para concretarlo y gozar de impunidad.

Apuntó que por todo ello, urge legislar para evitar que actos como estos queden en la impunidad

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