Cruz Azul avanza a semifinales; elimina a Pumas

El fútbol concede de vez en cuando el regalo de las pequeñas justicias. Cruz Azul recibió ayer una de las más valiosas, después de tres años de no llegar a semifinales. Con los focos a toda potencia en el estadio Ciudad de los Deportes, La Máquina dejó atrás a Pumas con un empate 2-2 (4-2 global) y siguió en carrera por el título de la Liga Mx.

Si la liguilla es el territorio cotidiano que mide tanto el estado de un equipo como el de su entorno, el del cuadro celeste pasó por momentos del optimismo al disgusto, como si existiera un extraño poder de atracción siempre ligado al sufrimiento. Porque a pesar de empeñarse hasta ahora en una carrera sin estruendos, jugó a la ruleta rusa y estuvo a punto de perder todo lo que había ganado. 

El gol de Guillermo Martínez (51), en una jugada donde César Huerta lo dejó solo con un centro frente al portero Kevin Mier, engrandeció el orgullo de los universitarios y el de cientos de personas que los acompañaron. 

De una bienvenida multicolor, con fuegos artificiales y canciones de la artista Julieta Venegas, los seguidores de La Máquina recordaron un viejo grito de guerra, el de “¡Pongan hueeevos, azuuules pongan hueeevos!”, como hace tiempo no lo hacían en la colonia Nochebuena. 

Cualquier análisis de la reacción posterior puede resumirse en las decisiones del técnico celeste Martín Anselmi, para quien la intensidad no tiene descanso. El argentino mandó al campo a Alexis Gutiérrez, como intuyendo lo que podía pasar en los minutos finales, y el joven respondió con una definición exquisita para el 1-1 (76). 

A partir de entonces, los recuerdos de viejas derrotas y presuntos fantasmas volaron hacia otro lugar. César Huerta recuperó la ventaja para Pumas (85) ya cuando la obligación era de tres o más goles, pero la expulsión de Nathan Silva, combinada con el voraz apetito de los delanteros de La Máquina, finiquitaron la serie. 

Lorenzo Faravelli (90+1) convirtió el 2-2 y confirmó, de algún modo, que nada de lo mostrado en la fase regular del torneo fue obra de la casualidad. 

“Estamos solos. Cuando se apagan los focos, somos los que nos contamos. Tenemos que poner los pies en la tierra. Es un orgullo estar en semifinales. Desde que llegué a México conecté con muchas cosas de Cruz Azul. Tenemos una hinchada fiel, que nos empuja y nos alienta, y eso me representa”, resumió en conferencia de prensa Anselmi al final del partido.