Por Víctor Barrera
El próximo 2 de junio, los ciudadanos mexicanos tenemos una cita con la historia y esta radica qué México escogeremos para los próximos años, La disyuntiva es clara un México donde se gasta a capricho del Ejecutivo o un México, donde se tendrán que revisar cada uno de los gastos que se realizan para, intentar mejorar el panorama.
El primero, que es la continuidad, será el seguir gastando una mayor cantidad de recursos para concluir las obras de este sexenio que han quedado prácticamente a medias, a pesar de la gran cantidad de dinero que se ha aplicado en ellas.
La continuidad que significa también seguir subsidiando las finanzas de las empresas estatales, Pemex y CFE, que hasta el momento entre ambas suman más de dos billones y medio.
La continuidad que significa mantener déficit fiscales por encima del 4 por ciento que son alrededor de 2 billones y medio de pesos y el pago de interés de al menos otro medio billón,
La continuidad que es seguir repartiendo la pobreza en programas sociales, que de no crear riqueza hará que los recursos para estos programa rápidamente se agoten, Esto provocaría en pocos años más un colapso financiero y una crisis económica dentro del país.
Pero también existe otro camino que es darle un giro total a esta continuidad para dar paso a una administración con mayor prudencia de gasto, algo que será doloroso en los primeros años, pero alcanzando el equilibrio financiero se podrá empezar a pensar en crecimientos económicos sostenidos más allá del 4 por ciento
Este cambio además de tomar decisiones profundas respecto a la calidad del gasto, se tendrá que pensar en las fuentes de ingreso y en que se hará para revertir los daños por las malas decisiones del actual Presidente, como la política energética vigente
Por tanto, los ciudadanos deberemos estar totalmente convencidos del futuro cercano del país. Elegir la mejor opción y sobre todo respaldar a quine asuma el poder ejecutivo en el país, con el objetivo que los próximos años no sean tan críticos y México vuelva a recuperar su camino de crecimiento en todos los sentidos.