El Festival de Cannes recibió este viernes con una ovación al cineasta iraní Mohammad Rasoulof, que huyó de su país tras ser condenado a la cárcel y a latigazos, al presentar su película en competición, “The seed of the sacred fig“.
Rasoulof huyó de su país tras ser condenado a cinco años de cárcel en firme y a recibir latigazos a causa de su anterior película que, como toda su obra, critica de frente la represión del régimen.
El cineasta anunció la semana pasada que había salido del país de forma clandestina, a pie a través de la frontera con Turquía, un viaje que calificó de “agotador” y “peligroso“.
“Cuando estaba cruzando la frontera, me giré, estaba en lo alto de una montaña, y lancé una última mirada a mi tierra natal. Me dije: ‘volveré’“, declaró Rasoulof el jueves por la noche desde Cannes en el programa C Ce soir.
Todos los iraníes que tuvieron que irse debido a este régimen totalitario, tienen siempre una maleta cerca de ellos con la esperanza de que las cosas mejoren y puedan regresar”, añadió el director, sentado junto a la actriz Golshifteh Farahani, también iraní.
Cannes, Francia. El Festival de Cannes recibió este viernes con una ovación al cineasta iraní Mohammad Rasoulof, que huyó de su país tras ser condenado a la cárcel y a latigazos, al presentar su película en competición, “The seed of the sacred fig“.
Rasoulof huyó de su país tras ser condenado a cinco años de cárcel en firme y a recibir latigazos a causa de su anterior película que, como toda su obra, critica de frente la represión del régimen.
El cineasta anunció la semana pasada que había salido del país de forma clandestina, a pie a través de la frontera con Turquía, un viaje que calificó de “agotador” y “peligroso“.
“Cuando estaba cruzando la frontera, me giré, estaba en lo alto de una montaña, y lancé una última mirada a mi tierra natal. Me dije: ‘volveré’“, declaró Rasoulof el jueves por la noche desde Cannes en el programa C Ce soir.
“Todos los iraníes que tuvieron que irse debido a este régimen totalitario, tienen siempre una maleta cerca de ellos con la esperanza de que las cosas mejoren y puedan regresar”, añadió el director, sentado junto a la actriz Golshifteh Farahani, también iraní.
Esta actriz, así como otras del arriesgado rodaje de “The seed of the sacred fig” acompañaron al director en la alfrombra roja.
Pero faltaban los dos protagonistas principales de la cinta, que se han quedado atrás, en Irán.
Rasoulof mostró sus fotos en todo momento: se trata del actor Missagh Zareh, que interpreta a un juez, y de Soheila Golestani, su esposa en la cinta.
La ovación fue estrenduosa en la sala Lumière, reservada para las cintas en competición.
Este estreno fue uno de los momentos más estelares de esta edición de Cannes, un festival que se vanagloria de defender la libertad de expresión.
Rasoulof, de 51 años, pisó por última vez la alfombra roja en 2017, cuando ganó el premio Una Cierta Mirada por “Un hombre íntegro“, sobre la corrupción.
En 2020 no fue autorizado a salir de Irán para recibir el Oso de Oro en Berlín por “La vida de los demás“, una visión acerba de la pena de muerte, que se aplica masivamente en ese país.
“The seed of the sacred fig” (La semilla del higo sagrado en su título provisional) cuenta la historia de un juez iraní que empieza a sospechar de su propia esposa e hijas durante unas protestas en Teherán.
El rodaje se hizo en secreto, preservando en lo posible la identidad de los actores.
Rasoulof es autor de una cinematografía independiente y rodada de forma artesanal, siempre a espaldas de la vigilancia del régimen de los ayatolás.
El cineasta ha presentado tres películas en Cannes: “Goodbye” (2011), “Manuscripts don’t burn” (2013) y “Un hombre íntegro” (2017).
Tras esconderse en Alemania, Rasoulof denunció en un comunicado transmitido a la AFP “la maquinaria criminal de la República Islámica“.
“Tuve que escoger entre la cárcel o abandonar Irán. Lleno de pesar, elegí el exilio”, explicó.
Rasoulof ya había sido encarcelado entre julio de 2022 y febrero de 2023, y salió de prisión sólo gracias a una amnistía general.
Cannes ha abierto siempre los brazos al cine iraní, que da muestras sorprendentes de vitalidad.
Los directores Jafar Panahi (“Taxi Teherán”) o Saeed Roustaee (“Leila y sus hermanos”) son algunos de los cineastas iraníes que estrenaron películas recientemente.
Una serie de personalidades del cine expresaron su apoyo a Rasoulof en una carta abierta, entre ellas la actriz iraní refugiada en Francia Zar Amir Ebrahimi, o la actriz de “Anatomía de una caída“, la alemana Sandra Hüller, así como dos competidores de Rasoulof en esta edición 2024, la india Payal Kapadia y el estadounidense Sean Baker.
Además de “The seed of the sacred fig“, Cannes presenciará el estreno de la última película en competición, “La plus précieuse des marchandises“, una película de animación del francés Michel Hazanavicius (oscarizado con “The Artist“).
El jurado, presidido por Greta Gerwig, dará a conocer su palmarés el sábado.