El presidente ruso, Vladimir Putin, dijo este viernes que negociará la paz con Ucrania si Kiev retira sus tropas de las cuatro regiones que Moscú reivindica y si renuncia a integrar la OTAN.
Ucrania rechazó de inmediato las “condiciones” fijadas por Putin para detener la ofensiva militar a gran escala que lanzó en febrero de 2022, y Kiev intenta recabar apoyo internacional en una cumbre de paz que se celebra este fin de semana en Suiza, a la que no asistirá Rusia.
Los dos países llevan más de dos años enzarzados en un sangriento conflicto, y no se han celebrado conversaciones de paz directas desde las primeras semanas de la campaña rusa.
Ucrania exige la retirada total de las tropas rusas de su territorio internacionalmente reconocido, incluida la anexionada península de Crimea, como parte de cualquier acuerdo de paz.
Pero con Rusia en posición de ventaja en el campo de batalla y Ucrania lidiado con una escasez de hombres y municiones, Putin se mostró contundente.
“Las tropas ucranianas deben retirarse completamente de las regiones de la República Popular de Donetsk, la República Popular de Lugansk, Jersón y Zaporiyia”, dijo Putin en un discurso televisado ante diplomáticos rusos en Moscú.
Rusia proclamó en 2022 la anexión de estas cuatro regiones del este y del sur de Ucrania, pese a no tener el control total sobre ninguna de ellas.
Las capitales regionales de Jersón y Zaporiyia siguen bajo mando ucraniano.
“Tan pronto como Kiev (…) comience la retirada efectiva de las tropas y tan pronto como notifique que abandona sus planes de ingresar en la OTAN, daremos inmediatamente, en este mismo minuto, la orden de alto el fuego e iniciaremos las negociaciones”, aseguró Putin.
Y volvió a insistir en que quería una Ucrania “neutral, no alineada, libre de armas nucleares, desmilitarizada y desnazificada”.
Mijaílo Podoliak, consejero de la presidencia ucraniana, estimó que las reivindicaciones del presidente ruso son “ofensivas para el sentido común” y constituyen “una ofensa al derecho internacional”.
Por su parte, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, afirmó que la propuesta de Putin no se hizo “de buena fe”.
Las reivindicaciones de Putin constituyen una solicitud de facto de rendición de Ucrania, cuyo objetivo es restablecer su integridad territorial y su soberanía.
Putin denigró igualmente la cumbre de paz, de la que Rusia fue excluida, que se celebrará el 15 y 16 de junio en Suiza a iniciativa de Ucrania. Kiev espera que las cerca de 90 delegaciones presentes lleguen a un consenso para aumentar la presión sobre Rusia y aislarla aún más.
Para el mandatario, se trata de una “estratagema para desviar la atención de todo el mundo” de los verdaderos responsables del conflicto que son, según él, los países occidentales y las autoridades de Kiev.
“Sin la participación de Rusia y sin un diálogo honesto y responsable con nosotros, es imposible lograr una solución pacífica en Ucrania y para la seguridad de Europa en general”, subrayó el presidente ruso.
Putin también denunció el préstamo de 50.000 millones de dólares anunciado el jueves por el G7, que utilizará como garantía los intereses que generen los cerca de 300.000 millones de euros (325.000 millones de dólares) de activos rusos congelados por los aliados occidentales.
“Los países occidentales congelaron parte de los activos y reservas de divisas de Rusia. Y ahora están pensando en una base jurídica para apropiárselos definitivamente”, declaró. “Aunque tratemos de adornar las cosas, un robo es un robo y no quedará impune”, aseveró.
Por último, el presidente ruso hizo una revelación sorpresa sobre los objetivos de los primeros días de su ofensiva, tras haber mantenido siempre que no pretendía conquistar territorio ucraniano.
Indicó que uno de los objetivos era conquistar Mariúpol, ciudad portuaria que sufrió un terrible asedio en 2022, y que otro era obligar a Ucrania a concederle un puente terrestre a través del sur de Ucrania para unir Rusia con la anexionada península de Crimea.
Putin declaró que “no descartaba” conceder a Kiev la soberanía sobre el sur del país, “siempre que Rusia disponga de un sólido enlace terrestre con Crimea”.