El número de muertos por el derrumbe de una escuela de dos pisos en el centro de Nigeria este viernes aumentó de 17 a al menos 22, en un suceso que causó también 132 heridos, según informaron las autoridades.
“Hasta las 18:00 horas, 154 personas habían sido retiradas de los escombros. Lamentablemente, 22 personas han muerto”, afirmó el comisionado de Información y Comunicación del estado de Plateau, Musa Ashoms, en un comunicado emitido a última hora del viernes en Jos, la capital estatal.
La tragedia ocurrió en la Saints Academy, situada en un barrio de Jos. El derrumbe se produjo alrededor de las 08:30 hora local, cuando muchos profesores y estudiantes ya se encontraban en las aulas.
La pronta respuesta de los equipos de rescate permitió retirar a un gran número de personas de los escombros, pero el desastre dejó un saldo trágico.
“Los estudiantes y el personal heridos están recibiendo tratamiento médico en varios hospitales de Jos”, señaló Ashoms. Para garantizar una atención médica rápida, el Gobierno ha ordenado a todos los hospitales importantes de Jos que den prioridad al tratamiento de las víctimas, independientemente de la documentación o el pago.
Anteriormente, el secretario adjunto de la Agencia de Gestión de Emergencias del Estado de Plateau (SEMA, en inglés), Samuel Abdu, había cifrado en al menos 17 los muertos y en 70 los heridos.
Los equipos de la SEMA y de la Agencia Nacional de Gestión de Emergencias (NEMA), entre otros, se desplazaron a la zona de la tragedia para buscar a supervivientes. La coordinación entre estas agencias ha sido crucial para las operaciones de rescate, aunque el desafío de lidiar con los escombros de un edificio colapsado ha dificultado los esfuerzos.
Los derrumbes de edificios son comunes en Nigeria, el país más populoso de África con más de 213 millones de habitantes. Este problema se atribuye al uso de materiales de construcción de poca calidad y a la revisión negligente de los inmuebles por parte de las autoridades.
En noviembre de 2021, al menos 45 personas murieron en el derrumbe de un edificio de 21 pisos en construcción a las afueras de Lagos, la mayor ciudad de Nigeria y capital económica del país.