Por Victor Barrera 
La Fiscalía General del Estado (FGE) detuvo a cuatro policías de Taxco acusados del delito de secuestro, así como a seis hombres que portaban uniforme y armamento pero que no pudieron acreditar ser agentes. Además, liberaron a una persona que se encontraba “privada de su libertad” en la comandancia de la Policía Municipal.
La mañana del miércoles, militares, policías estatales y agentes de la Fiscalía General del Estado (FGE) sitiaron la comandancia de la Policía Municipal de Taxco. El cerco fue amplio, pues hasta cuatro calles a la redonda se desplegaron los soldados y los agentes.
Los militares y policías tomaron el control de la comandancia, desarmaron a los agentes y detuvieron a todo el personal, 58, entre agentes, tránsitos, personal de Protección Civil y trabajadores administrativos. Todos fueron trasladados a la FGE a Chilpancingo. Unos iban en calidad de detenidos y otros como presentados para rendir su declaración. Sin embargo, la noche del miércoles la mayoría fueron liberados.
La operación fue un cateo que encabezó la fiscalía para detener a cuatro policías acusados del delito de secuestro.
En un comunicado que difundió casi 24 horas después de los hechos, la FGE informó que la mañana del miércoles ejecutó la orden de aprehensión contra los policías municipales en activo Florentino “N”, Marino “N” y Yolanda “N”, por el delito de secuestro agravado.
La fiscalía refirió que durante el cateo realizó una revisión donde detectó a seis hombres que hacían funciones de policías, pero no pudieron acreditar ser agentes.
Los detenidos son: Luis “N”, David “N”, Carlos “N”, Cristofer “N”, Alexis “N” y Ángel “N” quienes no acreditaron su personalidad como policías municipales.
Mientras que en la población de Cacalotenango, en Taxco, fue detenido el policía municipal Eusebio “N”, también acusado del delito de secuestro agravado.
En redes sociales, se denunció que la noche del sábado y la madrugada del domingo, los policías municipales detuvieron a cinco jóvenes cuando salían de un bar y desde entonces no se sabe nada de ellos, sin embargo esta versión no ha sido confirmada por ninguna autoridad.
Fuentes de la FGE informaron que al momento del cateo en las instalaciones de la Policía Municipal no hallaron al Secretario de Seguridad Pública de Taxco, Christopher Hernández Cuevas, incluso, hasta el cierre de esta edición no había sido localizado.
Según las fuentes de la fiscalía, los agentes detenidos y los otros seis hombres son vinculados a la organización criminal La Familia Michoacana, que opera desde hace más de una década en Taxco sin que nadie se lo impida.
Hernández Cuevas tomó el cargo en abril, tras el secuestro y feminicidio de la niña Camila. El anterior secretario de Seguridad Pública, Doroteo Eugenio Vázquez, renunció después de que revictimizó a la familia de la menor.
En los últimos años la violencia se profundizó en Taxco, con capítulos que algunos ligan con el terror.
La extorsión casi generalizada ha provocado que los pobladores paguen más por los productos de la canasta básica como el pollo, la carne, las verduras, el pan, pero también por un refresco y cervezas. Comerciante que se niegue a pagar la extorsión es atacado.
En junio de 2023, fueron privados de su libertad ocho policías municipales y una semana después fueron hallados con vida en la comunidad de Cacalotenango.
En noviembre de ese año, fueron privados de su libertad tres reporteros, uno de ellos junto con su esposa y su hijo. Los tres fueron liberados nueve días después.
En diciembre, hombres armados irrumpieron en el basurero municipal y se llevaron a 12 trabajadores. Hasta ahora sólo cuatro han sido liberados.
En enero de este año, la ciudad se paralizó: choferes de combis y taxis decidieron suspender el servicio por las amenazas y ataques que sufrieron por parte de las organizaciones criminales que operan en Taxco.
Tras la suspensión del transporte, las escuelas cancelaron las clases, el comercio cerró, el turismo se esfumó hasta que la ciudad se paralizó.
Y el 27 y 28 de marzo en Taxco se vivió el horror. La tarde del 27 fue secuestrada la niña Camila; la madrugada del 28 fue hallada muerta y al mediodía fue linchada la mujer acusada del secuestro y el feminicidio junto con dos de sus hijos.
La mujer murió minutos después del linchamiento por la gravedad de los golpes.