En el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, la economía mexicana mostró uno de los crecimientos más más bajos en la historia reciente del país y en el corto plazo las condiciones lucen complicadas para un mayor ritmo.
Así, el sexenio apunta con un crecimiento del PIB anualizado de 0.9 por ciento con AMLO, el más bajo desde el gobierno de Miguel de la Madrid, cuando se presentó un nulo crecimiento entre 1983 a 1988, según cifras del INEGI.
Además, fue inferior al 1.9 por ciento que creció en promedio en el mandato de Enrique Peña Nieto; del 1.5 por ciento con Felipe Calderón, y de 1.8 por ciento con Vicente Fox.
El crecimiento también resultó inferior al 2.6 por ciento promedio, estimado en los Criterios Generales de Política Económica del 2019 y quedó muy por debajo del 4.0 por ciento que prometió AMLO.
A inicios de su gobierno, el presidente indicó que al eliminar la corrupción, promover el desarrollo y asegurar la inversión pública y privada, tanto nacional como extranjera, sería posible alcanzar un crecimiento de cuatro por ciento a lo largo del sexenio, lo doble de lo registrado en más de tres décadas de periodo neoliberal.
En el actual sexenio la economía sorteó diferentes escenarios. En 2019, el primero del sexenio, el PIB se contrajo 0.4 por ciento, resultado de “la curva de aprendizaje” por la llegada de un nuevo gobierno.
En 2020, la economía se desplomó 8.4 por ciento por la pandemia y en 2021 rebotó 6.0 por ciento; en 2022 el PIB creció 3.7 por ciento y en 2023 sorprendió la resiliencia para anotar un avance de 3.2 por ciento.