Yihadistas controlan gran parte de Alepo

Las milicias yihadistas de Hayat Tahrir al Sham (HTS) y sus facciones aliadas respaldadas por Turquía, que se oponen al presidente Bashar al Assad, tomaron ayer Alepo y ya controlan amplias partes de la segunda ciudad más grande del país, incluido el aeropuerto, informó el ejército sirio.

La agencia turca de noticias Anadolu publicó que integrantes de HTS entraron al centro de la ciudad siria desde el viernes y que habían tomado el control de aproximadamente 70 localidades, incluyendo regiones de Idlib.

Nuestras fuerzas lucharon ferozmente a lo largo de 100 kilómetros para detener su avance. Durante las batallas, decenas de nuestros soldados fueron martirizados y otros resultaron heridos, comunicaron las fuerzas castrenses sirias, y agregaron que ya preparan un contrataque para retomar la ciudad.

Aviones rusos bombardearon objetivos en Alepo en apoyo del presidente sirio Bashar al Assad, mas no lograron contener el avance yihadista. Fuentes sirias reportaron a la agencia de noticias británica Reuters que Damasco esperaba el pronto arribo de nuevo equipamiento militar de Moscú en la base aérea rusa de Jmeimim cerca de la ciudad costera siria de Latakia.

Irán indicó que elementos terroristas atacaron su consulado en Alepo, y abogó por establecer una coordinación entre su país y Rusia para acudir en ayuda de Al Assad.

Además, el ejército sirio señaló a HTS como el brazo armado de Israel; horas antes el ministro de Asuntos Exteriores, Bassam al Sabbagh, declaró que la actual ofensiva tiene la finalidad de servir a los objetivos de la entidad de ocupación israelí y sus patrocinadores, informó la revista noticiosa The Cradle.

Las fuerzas castrenses agregaron que la milicia yihadista está respaldada por miles de militantes extranjeros y señalaron que contaban con armas pesadas y drones provenientes de Ucrania, reportó la cadena televisiva Al Mayadeen.

Las ofensivas realizadas desde hace tres días han dejado más de 300 muertos, entre ellos decenas de soldados pertenecientes a la República Árabe, anunció el mando de las fuerzas armadas de la república árabe, mientras el jefe adjunto del Centro para la Reconciliación de Siria, el ruso Oleg Ignasiuk, afirmó que al menos 200 integrantes de HTS fueron eliminados en las últimas 24 horas antes del reporte.

La Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios sostuvo que los dos principales hospitales públicos de la ciudad capturada estaban saturados de pacientes, ya que muchas instalaciones privadas cerraron.

Las milicias yihadistas tomaron Alepo durante la guerra civil siria (2011), y en diciembre de 2016 el ejército sirio retomó el control.

El medio Middle East Eye divulgó que algunos de los combatientes de HTS se están desplazando hacia la ciudad de Hama, en el sur, punto estratégico en la trayectoria de la ofensiva al despejar el camino hacia Homs, tercera ciudad más importante y poblada de Siria, e incluso hacia la capital, Damasco.

El mandatario Bashar al Asad, afirmó que su país es capaz de derrotar a los terroristas y enfatizó que con la ayuda de sus aliados continuará defendiendo la estabilidad e integridad territorial, sin importar la intensidad de los ataques.

La milicia HTS se formó a principios de 2017, como una fusión de varios grupos militantes islamitas, centrándose en la lucha contra el ala siria de Al Qaeda, Jabhat al Nusra, con quienes finalmente se fusionó, aunque rompieron relaciones en 2016. En público, el HTS y su líder Abu Mohammad al Golani han intentado desautorizar a Al Qaeda y al Estado Islámico, buscando la simpatía de Estados Unidos, informó el noticiero digital Antiwar.

Los antecedentes de la guerra en Siria se remontan a 2011, cuando la Primavera Árabe marcó el inicio de las protestas en esa nación, que inicialmente se presentaron como una revuelta popular contra el gobierno de Bashar al Assad, pero que rápidamente fueron instrumentalizadas por potencias occidentales y regionales, interesadas en desestabilizar a un gobierno que históricamente mantenía posturas de soberanía para consolidar su control sobre una región estratégica rica en recursos y clave para el comercio energético global. Las manifestaciones derivaron en una guerra en la que se registraron 30 mil muertos.

Siria tiene una población de 17.5 millones de habitantes, la mayoría de los cuales hablan árabe y profesan la religión islámica.