Por Víctor Barrera
Afortunadamente el gobierno federal ya tomó la decisión y posición respecto hacia donde caminaremos los próximos años en tema de comercio exterior y fue determinante al señalar que sería con Estados Unidos.
La presidenta Claudia Sheinbaum dejo a un lado la ideología patriotera o anti yanqui que aun suelen tener muchos legisladores de Morena como son Gerardo Fernández Noroña. Óscar Cantón Zetina y Pedro Haces Barba quienes, tratando de quedar bien con el mesías de Macuspana, afirmaron que la mejor opción si Estados Unidos no quería negociar con México es China.
Sheinbaum Pardo se mostró más sensata y reconoció que la mejor manera de enfrentar el comercio con China y proteger con ello los intereses de México, es mantener una zona comercial fuerte en el norte del continente a través del T-MEC.
Ahora, los secretarios de estado, los legisladores federales, locales y el sector empresarial nacional, deberán buscar, juntos, las propuestas a llevar en la próxima revisión del T-MEC que se realizará en 2026.
Pero también deberán empezar a establecer las respuestas pertinentes sobre las dudas, advertencias y decisiones que tome Donald Trump a partir del próximo 20 de enero cuando asuma, por segunda vez, la presidencia de los Estados Unidos.
Es por tanto trabajo de los secretarios de Economía. Marcelo Ebrard Casaubón y de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de la fuente Ramírez, trabajar para mantener una negociación tersa que permita mantener este T-MEC en beneficio de las naciones que lo firman.
Sobretodo hacerle entender de manera amable a Donald Trump que un intercambio comercial no signifique que es un convenio unilateral, sino un acuerdo de beneficio para quienes los firman
Porque hasta el momento Donald Trump solo piensa que este tratado ha beneficiado a México, y lo llamo subsidio. Por ello la forma de cambiar este pensamiento se necesitará de la inteligencia suficiente para explicarle que, si los norteamericanos prefieren los productos elaborados por México y con ello sus importaciones se incrementan, es porque los mexicanos somos un socio importante para Estados Unidos.
La ruta ya ha sido fijada por la presidenta, ahora serán los legisladores y sus secretarios de estado que deben demostrar que están al lado de Sheinbaum Pardo y no en con otros objetivos.