Por Víctor Barrera
No mentir, no robar, no engañar, son los principios de Morena y con por ello los repiten cada ez que pueden para asegurarse que, por lo menos, en la mente lo tiene presente, aunque en los hechos estos no aparecen.
La presidenta Claudia Sheinbaum ha manifestado que se continuará combatiendo a la corrupción, sin embargo, esta continua enraizándose dentro del gobierno federal, en los estatales y municipales, donde la forma de hacer las cosas son fáciles porque muchos de los contratos que llevan a cabo para la realización de obras son entregadas a parientes o amigos, con ello incumplen una regla importante que también ha subrayado Sheinbaum Pardo como algo que se está combatiendo como el nepotismo y el compadrazgo.
Si rastreamos los nombres de los personajes que ocupan algún cargo público, muchos de ellos son familiares de otros personajes que argumentando su cercanía con la presidenta logran obtener esos puestos.
Así los que tiene segundos puestos en importancia, también realizan modificaciones en los puestos cercanos a ellos, para colocar a parientes y amigos, lo que termina siendo que el nepotismo y compadrazgo sea más abundante en esta incipiente administración si se compara con la anterior.
Pero alguien manifestaría que con ello se daría paso a una nueva burocracia alejada de quien durante años se ha convertido en el Mesías de la izquierda humanista, y lo que ello signifique, para hacer de los puestos públicos una agencia de colocación, para sus parientes y amigos.
Porque resulta que las personas allegadas a este Mesías son quienes ocupan gran parte de los puestos de la alta burocracia y con ello fortalecen a ese grupo “elite” que mantiene viva la imagen del Mesías
Sheinbaum Pardo, no ha logrado, porque no quiere o puede, establecer que quine desde el uno de octubre pasado, quien debe tener las riendas de cómo administrar el país, es ella y no otra persona, porque todo lo que suceda en México a lo largo de su administración es responsabilidad única de ella y nadie más.
Probablemente, Sheinbaum Pardo, no ha logrado despertar de la emoción de haber ganado la presidencia en México y por ello no ha iniciado los ajustes en su gabinete, con gente que, si comparta, su visión de México y como llevarlo a un buen rumbo.
O quizás es que Sheinbaum Pardo, tenga presenta que en menos de dos años se realizará la consulta popular para decidir si continua al frente del poder Ejecutivo o los mexicanos de piden que no
Y es que esta consulta popular, puede ser movida por algunas manos que intenten recuperar el poder y adiestrar a sus huestes de votar en contra de la continuidad en el cargo de la primera presidente.
Esta consulta popular, es un arma de dos filos para la actual presidenta de México, porque si continua, seguirá debiendo el favor a esa persona que la encumbro y si es todo lo contrario, será esa misma persona quien le quitará el poder.
Esto nos lleva a pensar que Sheinbaum Pardo se ha conformado en pasar a la historia como la primera mujer presidenta, aunque al final de su mandato se esté uno de los perores, incluyendo el de su antecesor en la historia del país
Lo lamentable es que quienes terminemos pagando todo esto seremos los mexicanos que no entramos del selecto grupo de amigos y parientes de quienes detentan ahora el poder.