En el marco del Día Internacional de la Mujer, se llevó a cabo en la Cámara de Diputados el “Encuentro de Mujeres de Alto Impacto”, cuyo propósito fue generar un espacio de reflexión y diálogo sobre los retos, avances y oportunidades en la construcción de una sociedad más equitativa e incluyente y donde participaron mujeres líderes en diversos ámbitos quienes compartieron sus experiencias, a fin de fortalecer el liderazgo femenino en la toma de decisiones.
En la inauguración del evento, la diputada Mónica Fernández Cesar (Morena), integrante de la Comisión de Igualdad de Género y organizadora del encuentro, destacó que hoy en México hay más mujeres empresarias, directoras y líderes en el sector público y privado, lo que ha implicado desafiar estereotipos, exigir espacios y “demostrar con hechos y no con palabras que el talento y la capacidad no tiene género”.
En el sector gubernamental, dijo, las reformas impulsadas en los últimos años han garantizado la paridad de género en el Congreso de la Unión y en los gobiernos estatales, permitiendo que más mujeres decidan el rumbo del país; sin embargo, “aún falta mucho por hacer, el camino no ha sido fácil y sigue habiendo barreras estructurales que limitan el acceso de las mujeres a un financiamiento, a redes de negocio sólidas y a espacios de poder”.
Destacó la importancia de impulsar políticas públicas y reformas que garanticen igualdad de condiciones para emprender, dirigir y gobernar. Asimismo, que exista sororidad y que cuando las mujeres lleguen al poder generen cambios reales para todas y todos. Llamó a continuar impulsándose, apoyándose y construir redes; “sigamos rompiendo esos techos de cristal porque el liderazgo de las mujeres no es una moda, el liderazgo de las mujeres es una realidad”.
Recalcó que en México se ha avanzado, pero la desigualdad persiste y muchas mujeres enfrentan violencia; por eso, “exigimos el derecho a vivir sin miedo, a decidir sobre nuestros cuerpos y a ocupar los espacios de poder sin cuestionamientos. Exigimos igualdad sustantiva no solo en la ley sino también en nuestra vida cotidiana”.
Hoy “reafirmamos nuestro compromiso desde el gobierno, las empresas, la sociedad y seguiremos trabajando para que la igualdad sea una realidad”; y que este 8 de marzo sea un recordatorio de que la lucha sigue, enfatizó.
Se deben derribar desigualdades, violencias y barreras
Anie Hernández, presidenta de Mujeres Empresarias de Alto Impacto (MEAI-Asecem), reconoció la lucha, valentía y resistencia de aquellas mujeres que a lo largo de la historia fueron fundamentales para que hoy se pueda hablar de derechos, libertades y oportunidades. “En cada época y rincón del mundo hubo mujeres que desafiaron el sistema y cambiaron la historia”.
El 8 de marzo, dijo, se propuso como el espacio para reconocer la lucha de las mujeres trabajadoras y lograr derechos laborales, los cuales hoy se consideran básicos, como la jornada laboral regulada y el derecho al descanso. También, en la ciencia se abrió el camino dominado por hombres, en la política, se impulsó el voto femenino, y se han impulsado los derechos de las mujeres indígenas.
Pidió reconocer a las mujeres anónimas que han dado su lucha, a las que se han quedado calladas ante injusticias, las que enseñan el valor de la equidad y las que con su resistencia fueron construyendo el camino de hoy. “Gracias a ellas, hoy podemos votar, estudiar, trabajar, decidir sobre nuestras vidas, pero la lucha aún no se ha terminado, aún hay lugares en donde no se pueden ver esas oportunidades, siguen desigualdades, violencias y barreras que se deben derribar”.
Ponencias
Fabiana Estrada Tena, magistrada de Circuito y candidata a ministra de la SCJN, abordó el tema “Cuando las mujeres lideran: la justicia desde una perspectiva de género”, donde afirmó que hace un corto tiempo, las leyes negaban a las mujeres la capacidad de administrar el patrimonio, tomar decisiones sobre la salud, en la vida pública e incluso daban una pena menor por su asesinato; es decir, “la vida de las mujeres tenía un valor menor al de los hombres”.
Añadió que las leyes discriminatorias han desaparecido casi por completo, gracias a la lucha histórica que se conmemora cada 8 de marzo; sin embargo, a pesar de los avances, las desigualdades persisten porque sus orígenes están arraigados en las fibras del tejido social, pues, aunque las leyes son aparentemente neutras en su aplicación, discriminan a las mujeres. Por ello, enfatizó que se debe trabajar para garantizar el cumplimiento de la perspectiva de género.
Claudia de Buen Unna, primera mujer presidenta de la Barra Mexicana, Colegio de Abogados A.C., dijo que el Día Internacional de la Mujer es para conmemorar la lucha de las mujeres que durante tantos años y siglos lucharon para obtener la igualdad de género y reivindicación de sus derechos. Consideró que “no hay nada que celebrar hasta que sea una realidad” porque según cifras se está a “134 años de lograrse una verdadera paridad”.
Indicó que en México se les margina a las mujeres de ciertos cargos y se sigue creyendo que los hombres son más capaces de ejercer los puestos de mayor importancia. Agregó que hay suficientes normas jurídicas que determinan la igualdad entre el hombre y la mujer, empezando por la Constitución mexicana y la incorporación en los tratados internacionales de la protección de los derechos de la mujer; sin embargo, “se necesitan las prácticas”.
Ana Gabriela Núñez Hernández, presidenta Juvenil de la Asociación de Empresarios y Ciudadanos de México A.C. (Asecem) señaló que hace menos de un siglo el mundo no reconocía a las mujeres como ciudadanas, no podían votar, estudiar, ni manejar sus finanzas, “éramos unas niñas eternas”; pero hoy ha cambiado, y “no fue un regalo, sino una lucha de mujeres que se atrevieron a desafiar el sistema “y si hoy estamos aquí es por cada una de ellas”.
Reconoció que se ha avanzado, pero hay resistencia por ver a las mujeres y hombres por igual, porque si así fuera no se tendría que exigir seguridad en las calles, ni llorar por las mujeres muertas por feminicidio. Lo que se busca es justicia, equidad y libertad, “y la libertad no es negociable”. Resaltó que hoy se alza la voz; “estamos cimentando el presente y futuro, un futuro donde la equidad no sea utopía sino realidad. La equidad de género no se admira, se construye”.
Por su parte, Sandra Maldonado, vicepresidenta del Centro Nacional para la Competitividad del Comercio Exterior (Cencomex), expuso que si se cerraran las brechas de género en el comercio exterior se permitiría el impulso del Producto Interno Bruto del país en más de diez por ciento en los próximos años.
Planteó la necesidad de apoyar a las mujeres mexicanas para la internacionalización de sus empresas, pues de acuerdo con datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), las empresas lideradas por mujeres tienen un 35 por ciento más probabilidades de ser rentables, además generan un impacto favorable en sus comunidades.
Al clausurar el foro, Raúl Chaparro Romero, presidente Nacional de Asecem, dijo que la participación de las mujeres ha sido fundamental para el desarrollo del país, por lo que propuso que los hombres y mujeres trabajen de manera igualitaria.
Agregó que los hombres también deben participar en los cuidados, pues ello permitirá que las mujeres se desempeñen en los ámbitos productivos del país con las mismas oportunidades.
En el encuentro se otorgaron reconocimientos a las mujeres participantes y a las asistentes representantes de la asociación civil, quienes construyen nuevas ideas, innovación e impulsan la parte económica, jurídica y social, con el objetivo de que sigan fomentando su liderazgo, trabajo y visión.