Con la consigna de “no más violencia contra las mujeres; ni un feminicidio más, ni un golpe más, ni un trato, ni palabra violenta más contra las mujeres mexicanas”, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo dio a conocer un decálogo de acciones en favor de las mujeres.
Aseguró que “las mujeres tenemos derecho a una vida libre, a una vida plena, tenemos derecho a soñar, y para eso está el gobierno para garantizar los derechos de todas las mujeres”. Tenemos derecho, sostuvo, “a dar nuestra opinión sin ser tratadas con menosprecio y lo que es un grito mundial, tenemos derecho a vivir en paz y sin violencia”.
Afirmó que el movimiento de la 4T es “el único que puede atender los derechos de las mujeres, porque el conservadurismo piensa que los derechos son mercancías y son privilegios a los que sólo se puede acceder acceder por el mérito personal. Eso es condenar a la mujer a seguir en la desigualdad, porque cuando no hay derecho a la educación, a quien más afecta es a las mujeres; porque cuando no hay derecho a la salud, a quien más afecta a las mujeres; porque cuando no hay accesos a derechos, a quien más afecta es a las mujeres pobres.
Afirmó que el 8 de marzo “tiene un contenido muy profundo; nosotros luchamos por todos los derechos para todas las personas. Todas y todos los mexicanos deben tener derecho a la educación, a la salud, a la vivienda, a la alimentación saludable, al salario justo”.
En ese marco, dijo, “inscribimos la lucha por los derechos de las mujeres, pero nosotras requerimos más derechos para alcanzar igualdad sustantiva, no sólo porque como mujeres tenemos nuestras propias necesidades, sino porque históricamente hemos sido tratadas con desigualdad. Así que hay una brecha mayor que debe ser cubierta”.
Resaltó que haber nombrado a 2025 el año de la mujer indígena, “nos ayuda a colocar a la figura femenina como protagonista de un pasado que le ha sido negado; reasignarle lugar a la mujer en el curso de la historia, implica también reivindicar su lugar hoy”.
Asimismo, implica iniciar un cambio de conciencia en el que nos sentimos orgullosas de nuestro protagonismo y no silenciadas por la omisión y sumisión que han caracterizado la historia de la mujer, y en particular de la mujer que vivió esas tierras, su legado y las mujeres indígenas y afrodescendientes de hoy”.
Ante 300 mujeres en el patio central de Palacio Nacional, bajo un inclemente sol, dio a conocer las 10 acciones para las mujeres.
Establecimiento de 24 efemérides para reconocer a las mujeres en la historia; apertura de la sala de mujeres en la historia en Palacio Nacional; millones de cartillas de derechos de las mujeres repartidas a lo largo y ancho del país.
También, la construcción de la Red Nacional de Tejedoras de la Patria, con “millones” de voluntarias; a partir del 1 de agosto, ampliar la pensión de mujeres bienestar de 60 a 63 años; la construcción de al menos 200 centros de educación y cuidado infantil para las madres trabajadoras, “para que puedan dejar a sus hijos bien cuidados, alimentados e inicien su proceso educativo, mientras puedan ejercer su derecho al trabajo”.
Agregó: “lejos del negocio de la subrogación que ocurrió en el pasado, el IMSS incluye a todas aquellas que no tienen seguridad social y recupera su función de institución de seguridad pública”. En diciembre de 2018, recordó, iniciamos con los Cecis para mujeres de la maquila y jornaleras agrícolas.
Como parte del decálogo, también mencionó reconocimiento permanente a las mujeres de pueblos originarios y afrodescendientes durante todo el sexenio; preferencia a las mujeres como propietarias en el programa de vivienda; reconocimiento de derechos agrarios a por lo menos 150 mil mujeres.
Y esta semana, la Secretaría de la Mujer iniciará foros y consultas en todo el país “para determinar las acciones que tenemos que llevar a cabo para hacer realidad las reformas constitucionales y legales que hicimos, porque no más violencia contra las mujeres”.