Por Víctor Barrera

A pesar de que en la administración actual se pretender manifestar que la economía mexicana está más sólida que nunca, los resultados que arrojan las mediciones del Inegi, muestran todo lo contrario y esto debe poner focos amarillos en cuanto la realidad nacional.

Este 2025 no parece ser el año de consolidación del llamado 4T, porque no existen resultados que avalen que el camino tomado desde el 2018 haya sido el mejor, sino que se muestra que la caída de nuestra economía ha sido constante y que no tendremos, en este 2025 y en 2026 crecimientos superiores al 2 por ciento y posiblemente ni siquiera al 1 por ciento.

Probablemente el villano por esta situación será Donald Trump, porque se ha hecho costumbre que las autoridades federales mexicanas busquen culpables en administraciones anteriores y ahora en el exterior y no asumen su responsabilidad como los encargados de llevar a buen puerto a México.

Pero Donald Trump tomo el poder Ejecutivo de Estados Unidos apenas el 20 de enero. Entonces lo que sucede y ha sucedido en México corresponde a la administración anterior y a esta, que sostiene que la continuidad del proyecto 4T es lo mejor.

Sin embargo, las cifras son contundentes y demuestran todo lo contrario, Claudia Sheinbaum recibió un país totalmente destruido en lo económico el gobierno con un déficit fiscal cercano al 6 por ciento que en términos monetarios significan 3 billones de pesos, es decir una tercera parte del presupuesto total para este año.

A esto sumamos que existe una gran cantidad de programas sociales que ocupan cerca de 2 billones de pesos y si lo sumamos al déficit, el gobierno federal tiene comprometió más de la mitad del presupuesto a ejercerse para este 2025.

Esto significa que con el presupuesto restante debe hacer frente a los problemas existentes en el país. Será difícil fortalecer los sectores productivos para poder obtener riqueza que vayan solventando los costos ineludibles y con ello ir aliviando las finanzas nacionales.

Esto último no podrá hacerse si se mantiene el rumbo establecido dese el 2019, donde se dispersa una gran cantidad de dinero para mantener un alto número de votos, pero no para crear riqueza.

Tanto la administración anterior solo ha repartido pobreza y la poca riqueza que se genera se lo llevan quienes tiene la oportunidad de estar cerca del poder,

Esto ha dejado resultados nada halagadores, como un sector agropecuario poco productivo que implica aumentar las importaciones de alimentos que llegan al consumidor a precios altos. Generando el incremento de la burbuja inflacionaria. Además, aderezado con gastos del erario público en obras con poca utilidad para la población, no así enormes guanacias para quienes interviene en la construcción de esas obras.

Esto contribuye a que poco o nada se solucionen los problemas existentes en el país. Dejando crecimientos económicos menores a un punto porcentual y por supuesto un ingreso per cápita menor en la población que solo resulta para sobrevivir en México, porque tampoco hay creación de empleos y mucho menos salarios que en verdad sirvan para mejorar la calidad de vida.

Así todo indica que esta administración federal solo espera «nadar de muertito » los próximos años y esperar a que concluya su mandato constitucional, para entregar la estafeta a quien designe el mesías de Morena y de la 4T.