Propone incremento de las penas causadas por violencia contra las mujeres víctimas de ácido o sustancia corrosiva

A fin de garantizar la seguridad, la dignidad y la justicia para las mujeres, niñas, niños y adolescentes en el país, el diputado Leoncio Alfonso Morán Sánchez, integrante de la bancada de Morena, presentó una iniciativa que se adiciona un artículo 293 Bis al Código Penal Federal, en materia de incremento de las penas causadas por violencia contra las mujeres víctimas de ácido o sustancia corrosiva.

El legislador manifestó que México enfrenta una crisis histórica de violencia de género que duele, e indigna y que ha cobrado infinidad de víctimas. Refirió que cada día que pasa sin que se actué con determinación, “es un día más en el que una mujer corre peligro, en el que una vida puede ser marcada para siempre por la brutalidad y la impunidad”.

Explicó que la violencia de género es una de las problemáticas más graves en México y en el mundo, manifestándose en diversas formas, entre ellas las agresiones con ácido. Agregó que estas agresiones tienen consecuencias devastadoras para las víctimas, no solo físicas, sino también psicológicas, sociales y económicas.

Detalló que las agresiones con ácido son actos premeditados y deliberados, cuyo objetivo principal es desfigurar, humillar y deshumanizar a las víctimas. Refirió que según informes de Acid Survivors Trust International, estas agresiones son desproporcionadamente cometidas contra mujeres, con el objetivo de controlar, castigar o “castigar” su autonomía.

Pese a su gravedad, señaló que el marco legal en México carece de mecanismos específicos y eficaces para castigar y prevenir este tipo de crímenes, lo que evidencia una falta de protección integral hacia las mujeres. Recordó que en el Congreso de la Unión en la pasada legislatura se aprobó una reforma similar a la que él propone, pero se perdió con el cambio de legislatura, por lo que “es momento de actuar y no permitir que estos criminales salgan en libertad”.

“Por eso, hoy planteo ir más allá de la buena intención a los hechos y, por supuesto, de voluntad política. Presento una iniciativa para sancionar con todo el peso de la ley un crimen atroz, los ataques con ácido y sustancias corrosivas en contra de las mujeres. Un acto de cobardía absoluta, que busca no solo causar daño físico, sino destruir la identidad, el futuro y la dignidad de las víctimas”, sostuvo.

En ese sentido, se cuestionó cómo es posible que, a pesar de la brutalidad de estos ataques, la legislación siga sin tipificarlos como un delito específico. “¿Cómo es posible que los agresores sean juzgados como si hubieran solo causado lesiones, cuando en realidad han condenado a sus víctimas a una vida de sufrimiento? Eso se tiene que acabar, indicó.

Morán Sánchez reiteró que el marco actual en México no tipifica específicamente este delito, lo que provoca que los agresores enfrenten sanciones insuficientes o sean procesados por lesiones menores, lo que minimiza la gravedad del acto. Dejó claro que las agresiones con ácido deben ser reconocidas como una forma extrema de violencia de género debido a su carácter deliberado, las consecuencias irreversibles para las víctimas y su simbolismo como herramienta de control.

“Por eso, la presente reforma que propongo pretende que los ataques con ácido y/o sustancias corrosivas sean reconocidos en el Código Penal Federal como un delito autónomo, con penas ejemplares que reflejen la magnitud del daño causado y que las víctimas tengan acceso real a la reparación integral del daño, incluyendo cirugías reconstructivas y apoyo psicológico”, expresó.

Finalmente comentó que “esta iniciativa no es una medida aislada, -sino que-, forma parte de un paquete de reformas, motivadas de origen por la regidora de Morena en el ayuntamiento de Colima, Azucena López Legorreta, “que estoy impulsando para proteger a las mujeres, a sus hijos e hijas, porque no podemos seguir permitiendo que el ciclo de violencia siga escalando”.

En ese tenor, instó a cerrar los vacíos legales que hoy permiten que los agresores eludan la justicia y que la pena vaya en aumento, en proporción del daño que han causado. “Es el momento de tomar una decisión histórica. No podemos seguir permitiendo que los agresores tengan el camino libre para atacar, para desfigurar, para silenciar a las mujeres y después encontrar impunidad en las lagunas de la ley”, apuntó.