Por Víctor Barrera
Ayer tocaba el tema de la situación económica que vive el país y que es una recesión, aun cuando el gobierno federal no quiera calificarlo así. Pero los datos que se muestran cada día así lo justifican y ahora es el tema de la inversión productiva que otorgo muy poco o casi nada para contribuir al crecimiento del PIB en el último cuatrimestre del 2024.
Si se compara de manera anual con 2023, el crecimiento del PIB fue de tan solo 0.5 por ciento que se convierte en el desempeño más débil desde el 2021. Pero si lo comparamos de manera trimestral el resultado es de 0.6 por ciento, así lo informo el Inegi.
Y si buscamos la contribución del gasto de inversión este crecimiento se colocó en menos 0.7 por ciento. En términos reales la contracción de inversión represento una disminución de 2.6 por ciento que es la cifra de mayor retroceso desde el 2021
Específicamente la inversión productiva privada presento una baja de 0.8 por ciento mientras que la pública fue de 15. 6 por ciento, que significa que el gobierno ha dejado de aplicar recursos públicos para crear riqueza y la mayor parte del gasto público se ha ido en los programas sociales y en la inyección de recursos para terminar las obras aun inconclusas del sexenio pasado.
Esto confirma que este gobierno federal empezó con pocos recursos, una enorme deuda y aun así se siguen sacando día tras día más programas sociales, que simplemente son un paliativo para evitar el malestar social y no una movilidad que contribuya al mejoramiento de la calidad de vida de los mexicanos.
En el renglón de la inversión fija bruta, aquella que las empresas aplican en determinado tiempo para acelerar su producción, realizar mantenimiento a sus maquinarias o comprar y modernizar estas también presentó un descenso de 1.6 por ciento esto en comparación al trimestre anterior del 2024.
Esto solo nos deja con cifras totalmente en descenso que poco han incrementado en este primer trimestre del 2025, porque la mayoría de las empresas mantienen ya no solo la incertidumbre sobre la estabilidad económica y social de México, sino ahora se suma a la inestabilidad global como consecuencia de las medidas arancelarias que ha amenazado y aplicado Donald Trump.
He preguntado a varios legisladores que, si se han dado cuenta de esta situación y los de oposición han manifestado que este gobierno, el de Claudias Sheinbaum, entro atada de manos y que para reactivar el crecimiento económico se necesita más que el anuncio del Plan México, sino un cambio en el rumbo que ha tomado el país.
Aseguran que es importante fomentar el crecimiento de la producción nacional, pero no crecerá simplemente por el hecho de sacar una campaña promocional sobre los productos hechos en México, sino se necesita el incremento de inversión pública para el fortalecimiento de los sectores productivos.
Aseguran que la falta de infraestructura en el país es un factor que inhibe la inversión privada, debido a que aun sigue saliendo caro trasladar productos de zonas alejadas de las capitales del país y mucho más caro traerlos a la capital o quiere exportar esos productos
En tanto los legisladores oficialistas, señalan que siguen apoyando a Claudia Sheinbaum y confían que, con el Plan México, nuestro país pueda mostrar crecimiento al final del año.
Es cierto que, en el papel el Plan México se muestra muy interesante y con la posibilidad de alcanzar crecimientos de impacto en México, pero para ello se necesita una inversión importante
Hasta el momento la inversión privada se localiza en términos del 22 por ciento, mientras que la publica ha disminuido. Y uno del os principales puntos del Plan México es equilibrar la inversión para que ambas produzcan resultados positivos.
El problema es que de parte de la inversión pública esta tardará en emparejarse a la privada mientras existan esa gran cantidad de programas sociales que absorben una buena parte del presupuesto anual.
Además, en México deben existir las condiciones de certidumbre para la inversión y hasta el momento las decisiones legislativas y del poder Ejecutivo han ido en sentido contrario, con la desaparición de los organismos autónomos que representaban el contrapeso ante un Poder Ejecutivo que crecía y que terminó devorándolos para convertir a estos institutos en oficinas de gobierno, al asumir esas tareas las secretarias de estado.
La reforma al Poder Judicial es otro tema que deberá analizarse, porque estas modificaciones que convertirán a este poder en una oficina más del Ejecutivo representan un grado de incertidumbre para los inversionistas que piensas varias veces en invertir junto con el gobierno porque en alguna controversia, el poder Judicial se decantara a favor del gobierno y con ello el inversionista podría perder sus inversiones.
El potencial económico de México sigue siendo importante, pero colocarse entre las 10 mejores economías del mundo parece algo distante si en verdad no se trabaje para obtener la posibilidad de captar más inversiones y establecer marcos jurídicos de certidumbre.