El abasto de agua se tambalea entre la falta de inversión y el pago de cuotas de los ciudadanos

La crisis del agua en México es un problema cada vez más visible, marcado por la escasez de infraestructura y el alto costo del suministro. Expertos señalan que la falta de inversión pública y privada, así como la baja recaudación en cuotas son de los principales retos. 

De acuerdo con Luis Francisco Robledo Cabello, coordinador del Comité de Infraestructura del Colegio de Ingenieros Civiles de México, un acueducto, cuya fuente de abastecimiento sea una nueva presa de almacenamiento, requiere entre tres y siete años para entrar en operación. Esto debido a dificultades técnicas y financieras.

“El financiamiento tiene que ver con las tarifas. Ciudades como Monterrey pueden ser, a lo mucho, autosuficientes en operación y mantenimiento de su organismo operador de abastecimiento de agua, pero pensar que a través de las tarifas se pueda generar dinero para pagar la construcción de una presa o acueducto, es difícil”, comentó el ingeniero.

La Ciudad de México, según Roberto Constantino Toto, profesor e investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), explicó que la Ciudad de México cuenta con 12,000 kilómetros de tuberías, cuyo mantenimiento representa un alto costo y afecta los presupuestos para infraestructura hídrica.

“El promedio anual de reparaciones es de, aproximadamente, 15,000 fugas. Un elemento clave a considerar como parte del precio del agua es el de las obras. Hasta ahora, se ha invisibilizado el problema de este recurso. Cuando deja de llover y observamos una menor presión, es cuando lo volteamos a ver”, dijo durante su participación en el Foro de “El Agua Nos Une” de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación.

Irmene Ortiz López, investigadora de la UAM, indicó que México ocupa el quinto lugar a nivel mundial en el consumo de agua, con un promedio de 366 litros por persona al día, solo superado por países como Estados Unidos, Australia, Italia y Japón.

“Esto no hace sentido, ya que somos un país con las condiciones problemáticas en torno al agua. En la Ciudad de México se gastan 307 litros por habitante al día, mientras que hace una década eran 200. En cambio, el pago promedio por el abastecimiento es de 390 pesos por bimestre”, declaró.

Si bien, el pago de las tarifas es un reto de los gobiernos para el desarrollo de infraestructura, Constantino Toto refirió que “el agua más cara que se paga en las ciudades mexicanas es la que no se tiene”. Esto ya que existe un rezago en infraestructura hídrica y la población se ve obligada a abastecerse por otros medios.

“El agua por metro cúbico suele ser más cara si se distribuye por autotanques, embotelladoras o purificadoras. Son los más desafortunados quienes, paradójicamente, pagan el agua más cara. Estamos hablando en promedio de municipios con precios (privatizados) por metro cubico de 170 pesos, al tiempo que tenemos servicios de agua pública que están en el orden de 19 pesos”, afirmó el profesor de la UAM.

Para los expertos, el cuidado del agua no puede recaer en un solo actor como gobiernos, sector privado o la población, sino debe convertirse en una corresponsabilidad para hacer frente a la crisis.

“Hay que poner atención a los presupuestos públicos para el cumplimiento de objetivos en materia hídrica. Esto implica una mayor vigilancia y empoderamiento de los ciudadanos, sumado al cumplimiento de sus obligaciones con las cuotas. El fenómeno del agua tiene solución, pero se requiere del talento y el compromiso de todos”, dijo Constantino Toto.