¿Estamos en el camino correcto para nuestro crecimiento económico?

Por Víctor Barrera

El desequilibrio mundial que han ocasionado los gobiernos populistas está empezando a cobrar factura en un mundo que busco en la globalización un desarrollo económico más equitativo, aunque esto nunca podrá realizarse porque existen naciones altamente desarrolladas y otras que no han querido iniciar su desarrollo.

Pero al menos funciono esta globalización con la intención de tener un mundo conectado y posiblemente también más humanitario, Cuando llegan los populistas con sus sueños y discursos de proteger su soberanía e imponen un cierre de sus naciones al intercambio comercial, pensando que son autosuficientes empieza a resquebrajarse la idea una armonía mundial.

Ahora con la llegada de Donald Trump, que trae la idea de establecer a su país como potencia industrial nos hace regresa muchas décadas atrás y por supuesto los países poco desarrollados y en desarrollo serán los más perjudicados.

El aplicar aranceles por parte de Estados Unidos a productos que entran a su país, por ser el país número uno en consumo, provoca los primeros cambios en el comercio mundial,

Entonces el pagar un arancel va directamente a la producción de esos países, pero es más intenso en los bolsillos de los consumidores finales que son los estadounidenses.

Esto termina por disminuir el consumo, desacelerar la producción y por supuesto incrementa el desempleo. Además de otros problemas característicos de cada nación que van desde la inseguridad, el incremento de la corrupción y termina con el aumento de migración ante la falta de oportunidades de la gente dentro de sus países de origen.

Estos problemas se acentúan en países en desarrollo, como México, que recibe una gran cantidad de migrantes de otras naciones y que deberá soportar mientras los extradita. Aumentando la presión social y son vulnerables a una infinidad de problemas.

También se provoca que los países en desarrollo empiecen a prepararse para esos tiempos turbulentos y busquen de alguna manera que su producción salga a otras naciones para menguar sus necesidades económicas y las de su población.

Pero para realizar esto último, los países en desarrollo deberán enfrentar los problemas internos para mejorar el ambiente social que influya en los inversionistas para depositar sus capitales en ellos. Capitales que les permitirán construir la infraestructura necesaria para mantener su desarrollo económico.

Pero también los obliga a establecer nuevas estrategias de capacitación y profesionalización de sus habitantes para que estos puedan incrustarse en otros mercados internacionales y puedan enviar remesas a sus familiares.

México hasta el momento no ha logrado descifrar este problema y sigue pensando que la mejor forma de mantener protegida su economía es a través de programas asistenciales que más o menos mantenga el consumo interno. Pero no se ha dado cuenta que los recursos públicos se agotan si no existe la creación de estos.

Se habla del Plan México, que ahora resulta insuficiente para alcanzar crecimientos importantes, porque no es solo creando productos nacionales como se fortalece la economía nacional, sino es sacando esos productos al mercado mundial para que sean comprados, y es ahí donde la calidad de los productos será la que saque adelante a cada nación

Una economía con bajos crecimiento resulta insuficiente en las naciones como México, porque solo alarga el tiempo para alcanzar crecimientos importantes.

Como lo decía ayer es el momento de que nuestro gobierno federal de un cambio al rumbo económico y político que ha seguido para poder incrustarnos en los cambios mundiales que se están presentando.

Mientras que otros países están buscando su desarrollo científico y tecnológico, México sigue apostando en la mano de obra barata. Mientras que otras naciones incorporan a sus empresas en cadenas productivas, México sigue pensando que la mejor forma de construir la infraestructura es a través de recursos públicos y con la Fuerzas armadas destruyendo el crecimiento de sectores productivos.

Por todo esto, México debe cambiar el rumbo, evitar la continuidad de un proyecto que solo nos llevó hacia atrás y perdimos posiciones como economía fuerte.