Por Victor Barrera 
La Sociedad Promotora de Estudios Musicales del Siglo XX, Sopromusic, hizo parte de los festejos de su 25 aniversario a la Antigua Casona de Xicoténcatl, donde la noche del jueves ofreció un concierto con piezas del patrimonio musical y de la identidad nacional, compuestas por artistas de los primeros años del México independiente.
Sopromusic está integrada por los pianistas y docentes musicales Dulce María Sortibrán, Martha Laura Raygadas López y Juan Ramón Sandoval, cuya misión, durante más de dos décadas, ha sido rescatar, estudiar y divulgar la música nacional decimonónica que inspiró a cientos de compositores posteriores.
El conjunto ofreció a los asistentes a la sede histórica del Senado el concierto comentado “El Legado Musical de los Grandes Maestros Mexicanos del Siglo XIX”, para rendir homenaje al invaluable aporte de compositores y pedagogos que cimentaron la educación musical en el México independiente.
Al comienzo de la velada, el fundador de Sopromusic, Juan Ramón Sandoval, explicó a los espectadores que el “convulso” Siglo XIX de México aparentemente no tuvo un valor musical importante para el país; sin embargo, enfatizó, varios compositores y compositoras demuestran lo contrario con sus trabajos artísticos.
Así lo pudo constatar el público con interpretaciones para piano de valses, danzas, marchas y serenatas de artistas mexicanos como Melesio Morales (1838-1908), Tomás León (1826-1893), Felipe Villanueva (1862-1893), María del Refugio “Cuquita” Ponce (1880-1956) y Julio Ituarte (1845-1905), entre otros.
Sus obras tomaron elementos del nacionalismo musical de autores previos para crear piezas que reflejan los momentos que vivía el México del Siglo XIX; un “romanticismo” mexicano, detalló Ramón Sandoval, que fue clave para crear relevantes instituciones formadoras de compositores, como el Conservatorio Nacional de Música.
Entre las ejecuciones más destacables de la noche, estuvo “No Puede Decirse”, de Julio Ituarte (1845-1905), composición tipo melopeya con la que Ramón Sandoval recitó un poema acompañado por Dulce María Sortibrán en el piano.
“No preguntes a un alma que sufre el nombre que tiene su oculto dolor. Las palabras no pueden decirnos tormentos; tormentos no expresan voz”, fue parte de la lírica con fondo musical dramático que pudo escucharse en los pasillos de Xicoténcatl.
Otro momento especial de la velada fue la interpretación de obras de Aniceto Ortega del Villar (1825-1875) y José Antonio Gómez (1805-1876), donde los maestros tocaron con el piano piezas a cuatro manos para convidar un “buen sabor de oído”, como ellos catalogaron las melodías, a los asistentes a este concierto del espacio cultural del Senado de la República.
Las interpretaciones de Sopromusic fueron acompañadas de proyecciones en pantalla de pinturas, litografías, iconografía publicitaria y arquitectura del siglo XIX, para trasportar a la audiencia al entorno y la época en las que fueron creadas estas obras musicales patrimonio nacional.