Por Víctor Barrera
Solo restan 16 días para que los ciudadanos mexicanos salgan a elegir a quienes integraran parte del nuevo Poder Judicial, al que la 4T ha llamado un poder democrático, porque será elegido por el pueblo.
Esa aseveración dista mucho de lo que es la democracia, porque lamentablemente muy pocas personas conocen a los candidatos a jueces, ministros y magistrados, por lo tanto no podrán realizar un verdadero análisis de comparación entre los aspirantes y elegir al más idóneo ocupar uno de esos cargos.
Además tampoco conocen la carrera académica o laboral de estos candidatos, porque muchos de ellos fueron insaculados a través de la famosa tómbola que ocupa al 4T para seleccionar a los candidatos.
Es cierto que se pusieron algunos parámetros para ir diseccionado a esa larga lista de aspirantes a esos puestos, pero eso no es garantía de que el resultado de la elección sea haber escogido a los mejores candidatos.
En este ejercicio “democrático” que pretende hacer la 4T no están los mas idóneos ,ni tampoco los mas probos, sino existe de todo, y algunos de ellos impulsados por sectores de poder que los colocaron para sacar provecho de esa posición. No por nada en el senado de la república se incomodaron al saber que entre los aspirantes existen abogados que han defendido a los grupos de narcotraficantes y de ganar esos candidatos, seria imposible no pensar que estos grupos tendrán una carta de Coros, para los próximos años.
También, recientemente se ha comentado que se realizó una reunión con la secretaria de gobernación, Rosa Icela Rodríguez, con gobernadores y las cupulas de Morena en los estados para conocer los perfiles que esta 4T impulsa para obtener los puestos más importantes en el nuevo Poder Judicial.
Es decir, la 4T quiere tener gente afín en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), en el Tribunal de Disciplina Judicial (TDJ) y en la Sala Superior del Tribunal Electoral (TEPJF). esta para controlar los próximos comicios intermedios y seguir imponiéndose ante una oposición menguada y sin idea de como contrarrestar esa superioridad de la 4T.
Pero lo peor es que tener el control de estos organismos jurídicos, no es para defender la democracia , sino para allanar el camino para que en el 2030 el heredero imperial del mesías tabasqueño pueda llegar a ocupar el espacio que le corresponde y que , ahora esta encargado a una mujer, que solo es el instrumento adecuado para ello.
Los ciudadanos que aun piensan que la democracia es escoger a quienes integran al Poder Judicial están cayendo en un grave error, porque estos puestos deben ser ocupados por la gente mejor capacitada, académica, laboral y profesionalmente. Gente que no tenga ninguna afinidad con grupos políticos o de otra índole, sino que en verdad dictaminen la justicia de manera imparcial bajo las leyes constitucionales y las que emanan de estas.
Por tanto esos puestos deberían ser obtenidos por oposición, demostrando que cada uno de los aspirantes cuentan con la capacidad suficiente para ejercer con decoro el puesto y que no permitirán jamás caer en complicidad con ningún grupo sea político, religioso, laboral o hasta criminal.
Pero como la farsa de elegir al Poder Judicial estuvo en razón de querer someter a este al Ejecutivo . El resultado será devastador para la ciudadanía, porque el Poder Ejecutivo será un poder imperial y nadie podrá oponerse a sus decisiones. Es decir estaremos más cerca de una dictadura que de una democracia.
Legitimar con nuestro voto esta farsa solo nos llevará a perder nuestra libertades y derechos, porque ahora esos derechos y libertades las dictaminaran jueces afines a la 4T, y específicamente a ese pequeño grupo de la 4T que desde ahora han empezado ha demostrar que poco les interesa el desarrollo del país y si la gente tiene un trabajo estable, ingresos suficientes para comprar siquiera la canasta básica alimentaria o cuenta con sistemas de salud y de educación adecuados.
Porque ellos solo quieren ser dueños del país y sus habitantes y obteniendo el control del Poder Judicial, la dictadura disfrazada de democracia, será la herramienta para someter a todos los mexicanos a vivir como ahora se vive en Cuba o Venezuela. Una verdadera tragedia mexicana