El gobierno federal debe saldar los 15,000 millones de pesos que adeuda a la industria farmacéutica y ofrecer certeza jurídica para incentivar su desarrollo, opinó el director general de la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (Canifarma), Rafael Gual.
“Creo que el mayor incentivo para la industria es la certeza jurídica, siendo ágil en la regulación y, dentro de ello, cubrir el adeudo que tiene con la industria, que sigue siendo enorme. Estamos hablando, otra vez, de 15,000 millones de pesos que no se cubren y eso, obviamente, desincentiva la inversión”, manifestó.
Lo anterior en respuesta al anuncio de la mañana de este jueves de la presidenta Claudia Sheinbaum, sobre el decreto para incentivar la inversión extranjera en la industria farmacéutica e insumos médicos a partir de 2026.
El decreto, que se espera su publicación en el Diario Oficial de la Federación, plantea aumentar la producción de medicamentos e insumos médicos en los Polos de Desarrollo Económico para el Bienestar (PODECOBI) y reactivar la producción de Laboratorios de Biológicos y Reactivos de México (Birmex).
Aunque reconoció que es “una buena señal” que se considere el desarrollo de la industria farmacéutica, pues aunque es la segunda más importante de Latinoamérica compite con otros países para atraer inversiones.
Rafael Gual resaltó que uno de los puntos relevantes del decreto es la agilidad regulatoria y contar con reglas claras; saber con precisión qué va a cambiar para que la industria tenga incentivos para invertir en el país.
Sobre la inversión productiva en México, ya sea en estudios clínicos o en instalaciones, opinó que es positiva.
Respecto al requisito de planta, aclaró que la industria farmacéutica no las instala en todos los países, las ubican estratégicamente, ya que muchos medicamentos se fabrican en un solo sitio para el abasto mundial.
“No es que la vayan a poner en todos los países, eso no existe en el mundo, eso es desconocer cómo funciona la industria farmacéutica”, puntualizó el director general de Canifarma.
Además, imponer ese tipo de restricciones no incentiva la inversión; por el contrario, genera incertidumbre.
Agregó que México también debe ofrecer certeza jurídica, ya que, por más que existan buenas intenciones para atraer empresas, estas no invertirán si el país no genera confianza.
“Si lo que estamos viendo es que no hay una regulación transparente, que las compras de gobierno no se pagan, difícilmente las empresas van a tener incentivos para venir a México”, manifestó.
Rafael Gual recalcó: “Habrá que esperar que se dice en el decreto porque son buenas intenciones, pero se deben aterrizar”.