Por Víctor Barrera
Antes de amenazar con la reforma electoral, es necesario que el gobierno federal empiece a trabajar en la estrategia para captar mayores recursos o de lo contrario la predicción de un crecimiento de 0.1 por ciento de nuestra economía en 2025 podría hacerse realidad, algo que no conviene a ninguno de los mexicanos.
Este crecimiento derivará de la desaceleración económica que se vive a nivel mundial y que en México, al parecer, el gobierno federal simplemente esta dejando pasar y espera que con el tiempo se arreglen las cosas.
Hasta el momento y gracias a la ayudada del Poder Legislativo, por aprobar leyes que inhiben la inversión, México ha dejado escapar la gran oportunidad de ser el país cercano a Estados Unidos. Es decir el famoso nearshoring que desde el 2023 se manifestaba como la gran solución para el país.
A esto deberemos sumar la incapacidad de gobierno federal de erradicar a los grandes capos del narcotráfico en el país,. Es cierto que cada día la secretaria de Marina, o la Defensa Nacional o el titular de la Secretaria de Seguridad Pública federal, Omar García Harfuch, informan que se destruyen laboratorios clandestinos, que se decomisa cantidades grandes de fentanilo y pastillas psicotrópicas pero no informan que se aprehendan a los grandes capos, solo a sus operadores de un tercer o cuarto grado. Esto también es un factor para que los inversionistas no miren a México como un país con garantías para poner sus recursos económicos a largo plazo.
Ahora, con la reciente elección de jueces, magistrados y ministros el Poder Judicial, donde se observó que la trampa es la única forma de ganar del partido político en el poder, se ahuyenta aún más a esos inversionistas. El resultado es que México tendrá que trabajar con recursos públicos para aumentar la infraestructura, mejorar la calidad de los servicios y a su vez de los sistemas de salud y educación para ofrecer, por lo menos mano de obra calificada y sana a las inversiones que se mantiene en el país.