Por Victor Barrera 
El diputado Noel Chávez Velázquez (PRI) impulsa una iniciativa que busca garantizar la inclusión educativa, a escuelas públicas y privadas, a personas con la condición del espectro autista.
Plantea adicionar la fracción XI Bis al artículo 10 e incorporar el Capítulo III denominado “De la Educación Especial” a la Ley General para la Atención y Protección a Personas con la Condición del Espectro Autista.
Estipula que se debe garantizar que las personas profesionistas de la educación estén capacitadas y que cuenten con herramientas de apoyo para su inclusión y acompañamiento.
Plantea que entre las acciones de la Secretaría de Educación Pública, en el marco de la educación especial de personas con la condición del espectro autista, estará la de formar, sensibilizar, actualizar y capacitar a las y los docentes, psicólogos, terapeutas y personal asignado directamente en la enseñanza, para detectar e intervenir en situaciones que presenten las y los alumnos con ese trastorno.
Además, establecer un protocolo de intervención a programas educativos para efectuar los ajustes razonables correspondientes y dar el seguimiento necesario para el cumplimiento de los mismos; formular y aplicar los programas y acciones que incluyan temáticas para la integración de las personas con la condición del espectro autista en el deporte y cultura física.
De igual manera, impulsar la aplicación de nuevas tecnologías e inteligencia artificial, para el correcto desarrollo y mejora de la calidad de vida diaria de las personas con Trastorno del Espectro Autista.
La iniciativa, turnada a la Comisión de Atención a Grupos Vulnerables, argumenta en su exposición de motivos que de aprobarse se lograría estipular en la ley los derechos de las niñas y los niños con autismo con respecto a la educación y el uso de las herramientas tecnológicas, elementos clave en el desarrollo e inclusión de los mismos.
El diputado Chávez Velázquez explica que el trastorno del espectro autista es una afección relacionada con el desarrollo del cerebro que afecta la manera en la que una persona percibe y socializa con su entorno, causando problemas con la interacción social y la comunicación.
Detalla que este trastorno se manifiesta en la primera infancia, independientemente del género, la raza o la condición social y económica y tiene como consecuencia particularidades psicológicas, conductuales, cognoscitivas y emocionales.
Puntualiza que la falta de comprensión ha producido fuertes repercusiones sobre las personas, sus familias y las comunidades, considerando que el diagnóstico del autismo es clínico; sin embargo, agrega que este trastorno tiene intensidades diferentes en las dificultades en la comunicación social y en comportamientos que se manifiestan de forma limitada y recurrente.
En este sentido, precisa que este trastorno suele caracterizarse por movimientos, utilización de objetos o habla estereotipados o repetitivos, insistencia en la monotonía, excesiva inflexibilidad de rutinas o patrones ritualizados de comportamiento verbal o no verbal, e intereses muy restringidos y fijos que son anormales en cuanto a su intensidad o foco de interés.
Ante ello, subraya que la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad en su artículo 24 establece que los Estados “asegurarán un sistema de educación inclusivo a todos los niveles, a fin de hacer posible que las personas con discapacidad participen de manera efectiva en una sociedad libre”.
Enfatiza que la reforma que plantea va en concordancia con la Convención y la Constitución Política, en su artículo 3°, en el que se garantiza que todo individuo tiene derecho a la educación de calidad, sin discriminación, en donde es primordial erradicar la inequidad, promoviendo sociedades más justas, igualitarias y democráticas.