Por Víctor Barrera
Estos tres días que quedan del periodo extraordinario serán aprobadas las modificaciones que se realizan en la Ley de Telecomunicaciones y que van en sentido de restringir la libertad de expresión esto a través de aplicar sanciones, de distintas formas, a aquellos que osen criticar al partido en el poder, a sus funcionarios públicos y a quien detenta la función del poder Ejecutivo.
En estos tres días, los legisladores de Morena y partidos aliados. PVEM y PT, aprobarán esas modificaciones que permitirán concretar un estado totalitario
La pregunta es ¿le tiene miedo el gobierno a un “pueblo sabio” que podría abrir los ojos en los próximos años? Es probable que este temor parta de que poco o casi nada se ha hecho para el cambio prometido.
El cambio que se basaba en tener crecimientos económicos por encima del 4 por ciento para llegar en el corto plazo al 6 por ciento, lo que permitiría tener los recursos suficientes para crear la infraestructura suficiente para atraer inversiones, genere empleos y por supuestos salarios dignos.
Sin embargo hasta el momento no h pasado absolutamente nada. Se prometió un sistema de salud similar al de Dinamarca, pero los mexicanos que pueden acceder a este sistema, porque están empleados saben que el servicio sigue siendo insuficiente, no existen los medicamentos, siquiera básico, ni la infraestructura y personal que permita un mejor trato a los trabajadores.
Se ha dicho que existe un Plan México, que en el papel se observa bueno, pero ante la realidad del país, este se traduce únicamente en buenas intenciones.
Porque para arrancar el Plan es necesario contar con tres factores, seguridad pública infraestructura de servicios suficientes para proveer a las empresas y un Estado de Derecho que no ahuyente a los inversionistas.
Los altos niveles de inseguridad, la colonización de una parte importante del país por el crimen organizado hace que muchos inversionistas no quieran aplicar sus recursos en México.
Además de esta inseguridad pública, se suma ahora la inseguridad jurídica que se acentúa con las modificaciones legales que permiten el control del Poder Judicial y las modificaciones a otras leyes impiden que los ciudadanos se protejan ante un poder predominante del Estado y ante decisiones unilaterales del mismo. es decir, no existe un Estado de Derecho propicio para atraer inversiones.
Esto por supuesto evita contar con los financiamientos suficientes para construir infraestructura y con ello detonar zonas económicas importantes en el país e incluir otras zonas que por años han sido olvidadas.
Si a esto sumamos que el gobierno federal modificara la Ley de Telecomunicaciones, no para ofrecer mayor apertura y competencia, sino para controlar todo aquello que se dice y escribe. Es decir, tener la posibilidad de acallar las voces de quienes no estén de acuerdo con el gobierno y su ideología.
Pero también tener vigilada a toda la población a través de los instrumentos tecnológicos existentes, es decir el gobierno será «el Big Brother», tendrá la geolocalización de cada uno del os habitantes del país, también podrá intervenir sus teléfonos y aparato tecnológicos para saber con qué hace cada persona, con quien se reúne y que se dice en esas reuniones. Y esto no es más una muestra de miedo del gobierno, quizás de perder el poder.
Para los morenistas esto es nada más un elemento de seguridad, para otras personas es un paso más de una paranoia del gobierno, su partido político y aliados.
Todo esto incubado bajo una sed de venganza, de una sola persona que utilizo el populismo para destruir la democracia y convertirla en un autoritarismo.
Ahora con la censura a los medios se pretende acallar las voces y hacer que los mexicanos no podamos tener una opinión distinta a la que se dicte desde las mañaneras.
Ojala y los mexicanos, “el pueblo sabio”, recupere el valor del voto para desterrar esas paranoias, que nada aportan al desarrollo del país.