Claudia Sheinbaum, informó este lunes que la firma del acuerdo con el gobierno de Estados Unidos, para frenar el tráfico ilegal de armas hacia territorio mexicano, es la primera vez que Washington reconoce este tema como un problema compartido y una amenaza para la seguridad de ambas naciones.
Durante su conferencia de prensa la «Mañanera del Pueblo», la primera mandataria destacó que el nuevo entendimiento surgió tras varios meses de trabajo conjunto y la reciente visita del secretario del Departamento de Estado estadounidense, Marco Rubio, a México.
Como resultado, se estableció un grupo de trabajo de alto nivel conformado por subsecretarios de ambos países, que dará seguimiento a los temas acordados, entre ellos el control del tráfico de armas ilegales.
Sheinbaum Pardo detalló que, entre los principales objetivos del acuerdo mencionado se encuentra el reforzamiento de las operaciones de las agencias estadounidenses en su propio territorio para impedir que las armas lleguen a México, así como el fortalecimiento de los mecanismos de investigación y trazabilidad de las armas decomisadas.
Recordó que durante años el gobierno estadounidense se negó a aceptar su responsabilidad en el flujo de armas hacia México, e incluso implementó operaciones, que calificó como fallidas, como “Rápido y Furioso”, realizada durante la administración de Felipe Calderón y con el aval del entonces presidente Barack Obama, cuyo propósito era rastrear armas mediante chips. Sin embargo, afirmó que la estrategia derivó en un fortalecimiento de la delincuencia organizada, al perderse el control del armamento vendido.
También, la presidenta dijo que las autoridades del país vecino del norte han reconocido que, alrededor del 75% de las armas incautadas en México tienen origen en Estados Unidos, por lo que el acuerdo bilateral tiene la importancia de poder realizar la trazabilidad de dónde provienen las armas, quién las vendió y no sólo al fabricante.