Por Víctor Barrera
El segundo año de la administración federal de Claudia Sheinbaum inicia con el dilema de que será mejor, realizar una limpia en su gabinete y continuarla hacia su partido o seguir estando bajo la sombra del oriundo de Macuspana.
Ambas decisiones tienen por supuesto un costo político alto. El primero realizar una limpia total dentro de su gobierno y Morena significa sacudirse a personas que solo manchan la imagen de un movimiento que aludió al “no somos iguales”, pero que lamentablemente mostro que son lo mismo, pero en dimensiones más preocupantes.
Porque desde que Claudia Sheinbaum asumió el poder, no lo ha querido utilizar para cambiar el rumbo que nuestro país tomo con la autollamada cuarta transformación y que le dejo una herencia negativa en muchos aspectos.
Así que, si Sheinbaum Pardo quiere “limpiar” a su gabinete y a Morena, tendrá que deshacerse de esos personajes que fueron incrustados por el de Macuspana y que poco han servido para demostrar el camino que quiere trazar Sheinbaum.
En el aspecto de seguridad, en donde empieza a verse un cambio, Sheinbaum Pardo tendrá que ir contra aquellos políticos de su partido que se han convertido en cómplices de los grupos delincuenciales, pero esto significaría un rompimiento total con el de Macuspana que provocaría el enojo del mismo y sobre todo reconocer que durante seis años, la administración federal en turno solo se dedicó a saquear a México entregando negocios a familiares y amigos. Pero también permitió que los grupos criminales ampliaran su presencia y dominio en una importante parte del territorio nacional.
Quien deberá de encargarse de realizar la labor de “limpia” para regresar la seguridad al país será principalmente la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, quien ante senadores manifestó que “el gobierno no tiene pacto con criminales y habrá detenciones en el tema de huachicol” y suponemos que en otros temas será lo mismo.
Y es precisamente ella quien durante el sexenio anterior ocupo la titularidad de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, por lo que al menos deberá tener el conocimiento de cuantos grupos criminales existen en el país, la zona donde predominan posiblemente quienes, de los llamados “delincuentes de cuello blanco” son los que apoyan a estos grupos. Pero si no es así, en el puesto que desempeña ahora, debe tener estos datos. Por lo tanto, no debe haber excusa para ir contra funcionarios públicos y políticos corruptos.
Respecto al estado de las finanzas públicas, tiene la obligación de sancionar a todos aquellos que sacaron grandes negocios con recursos públicos a través de contratos millonarios y que dejaron al país con una deuda duplicada que se ubica en el 4.3 de déficit fiscal que nuestro país tiene
Esto solo son dos ejemplos en donde tendrá que actuar Claudia Sheinbaum y su equipo, para aclarar la situación del país. Pero repito significaría el rompimiento total con su antecesor.
La otra alternativa es mantenerse en el rumbo trazado por su antecesor y solo navegar el resto que le queda al frente del Poder.