Inseguridad, corrupción e incremento en tasas impositivas impide el crecimiento económico.

Por Víctor Barrera

Sin duda México requiere crecer económicamente por encima del 6 por ciento para alcanzar la mejora y el bienestar de la población, objetivo que se ha ido perdiendo ante la necesidad de mantener el poder por parte de Morena, que prefiere socializar la pobreza y no crear riqueza.

Repartir el recuso de todos los mexicanos para paliar la pobreza de algunos grupos no permite el crecimiento potencial que tiene el país. Si a esto sumamos que el gobierno actual ha preferido aumentar la deuda para mantener su popularidad a cambio de tener otros dos otres años con crecimientos por debajo del 2 por ciento.

Esto golpea más a las familias de menores ingresos, porque aun cuando se cuente con presupuestos billonarios, para el 2026, se espera un gasto de 10.1 billones de pesos este no se aplica directamente a los sectores productivos que permitirían el desarrollo y crecimiento de muchas del país, porque está destinado casi el 40 por ciento de este presupuesto a los programas sociales, al pago de amortización de deuda, a las pensiones, jubilaciones y el sostenimiento de las obras que dejó como herencia el oriundo de Macuspana.

El sector productivo se tendrá que conformar con una parte del 60 por ciento de los recursos y este 60 por ciento por supuesto incluye el endeudamiento por 1.7 billones de pesos que aprobó el Congreso de la Unión para sumar los 10.1 billones de pesos que se estima se gastaran en el 2026. Esto hace que, desde el 1 de enero, los mexicanos tengamos que aportar más recursos, vía impuestos, para solventar este incremento de la deuda.

Pero existe otros factores que impedirán, de no resolverse, el crecimiento económico dell país y son precisamente la percepción alta de inseguridad y la corrupción que persiste en México.

Estos factores han inhibido, en gran parte, que los inversionistas, nacionales y extranjeros coloquen grandes cantidades de sus capitales en el país. Y una economía sin inversión, prácticamente está destinada a tener crecimientos mínimos y con capitales “golondrinos” que únicamente aprovecharán las oportunidades para obtener ganancias y estarán por largo plazo.

La inversión privada en el país genera alrededor del 80 por ciento de os empleos dentro de México y esta ha exigido desde hace siete años que se termine con la inseguridad y que se respete el Estado de Derecho, para poder invertir en México.

Sin embargo, esta exigencia ha sido ignorada por los gobiernos federales, desde el 2018, quienes han desestimado a la inversión privada como motor del crecimiento, y cuando este va desapareciendo los resultados son crecimientos económicos mínimos, aumento de la pobreza, de la informalidad, de la inseguridad y la corrupción.

Esto último se presenta de diversas formas y lastima mucho a la economía de las familias mexicanas quienes ante la falta de un empleo con salario digno deciden emprender en la informalidad, pero se enfrentan a los problemas antes mencionados, inseguridad, la extorsión a través del pago de piso y la corrupción de funcionarios públicos que cobijados bajo su cargo también cobran cuotas que no entran a las arcas de las haciendas locales, estatales y federales.

Todo esto disminuye el potencial del país, para su crecimiento y este comienza desde la micro, pequeñas y medianas empresas que cada día buscan la manera de subsistir ante las ocurrencias del gobierno que eleva las tasas impositivas e impiden el desarrollo de los sectores denominados Pymes.

Así la corrupción y extorsión se convierten el bloqueo para el crecimiento. De acuerdo a cifras del propio gobierno en el primer semestre del 2025 se registraron 5,887 víctimas de extorsión, la cifra más alta, desde que se registran de manera oficial, solo las denunciadas porque existe un número mayor que no se denuncian por temor a las represalias de los criminales.

Esto representó un incremento del 87 por ciento, comparada con las cifras del 2015. Esto significa que las autoridades por más que digan que se lucha contra estos males, estos persisten y se incrementan.

Asi mientras que existan esos males, difícilmente podremos tener el motor de crecimiento que empuje el potencial que tiene el país.