La virgen silenciosa, el nuevo largometraje del director Xavi Sala, verá la luz mañana cuando se realice su estreno a miles de kilómetros de distancia, en el Festival Black Nights de Tallinn, Estonia. La cinta narra la historia de Valeria quien vive atrapada bajo el control de su madre y la rutina de su trabajo en un juzgado de la Ciudad de México. Su vida cambia radicalmente al conocer a Tania, que la llevará a desafiar la autoridad materna y las injusticias que la rodean.
Antes de viajar al festival, el también guionista y productor de cine a quien se le recordará por su ópera prima El ombligo de Guie’dani (Xquipi’ Guie’dani, 2018), Xavi Sala platicó con esta redacción, narró el origen de su nuevo filme: La virgen silenciosa es una película en la que trabajó más de 10 años. “El tema del silencio, los límites, la impunidad y las relaciones con los padres me interesan desde mis primeros cortometrajes. Me inspiró mucho la reflexión del filósofo Unamumo: ‘A veces el silencio es la peor mentira’ y también indagué en el mito de la ‘madrecita santa’ mexicana.
Para escribir el guion de la película, investigué durante mucho tiempo en juzgados tradicionales de la Ciudad de México y entrevisté a muchas mujeres que pasaban por situaciones similares a las de la protagonista. Por supuesto, también me sirvió de inspiración mi propia madre. No hice esta película solo: las voces femeninas fueron fundamentales en cada etapa creativa. Creo firmemente en el poder del cine para generar empatía y comprensión más allá de nuestras propias experiencias. Me parece importante no dejar de acercarnos a tratar de entender a los otros y a través de los otros a nosotros mismos”.
Xavi Sala refirió el desdoblamiento de la historia en su mente: “La trama de la película la fui desarrollando en paralelo a mi investigación. Me impactaron varias de las entrevistas que hice y las visitas a los juzgados del Reclusorio Oriente de la CDMX. La realidad supera a la ficción y tuve que cuidar mucho la verosimilitud. El cine nos permite explorar la humanidad desde múltiples ángulos, y considero que mi responsabilidad era representar estas historias con respeto, sensibilidad y autenticidad”.
A la pregunta de que hay muchas Valerias en el mundo, hijas de madres posesivas y controladoras, como en La virgen silenciosa, respondió: “Sí, es cierto. Las relaciones edípicas negativas (amor hacía el progenitor del mismo sexo así como rivalidad y rechazo hacia el progenitor del sexo opuesto) se dan en muchas partes del mundo, no sólo en México. Lo que trata la película es universal y creo que por eso ha despertado el interés de los grandes festivales internacionales, entre ellos el Black Nights de Tallinn, Estonia, donde se estrenará mundialmente. Pero me parece importante decir que los personajes de esta cinta son individuos con sus propias particularidades y no pretenden representar a ningún colectivo o grupo en general”.
Sobre cómo fue dirigir a Zamira Franco, Mercedes Henández y Ruth Ramos, nuestro entrevistado refirió: “Son tres excelentes actrices con gran experiencia teatral y que transmiten mucha verdad. Mercedes Hernández y Ruth Ramos llevaban varios años en el proyecto, y conectaron muy bien con Zamira Franco, que debuta como protagonista; todo un descubrimiento para mí. Fue un trabajo duro e intenso, sus personajes son complejos y tuvimos muchas reuniones previas al rodaje para definir bien sus motivaciones, contradicciones y evoluciones. Las tres tuvieron una gran química entre sí y facilitaron mucho mi trabajo como director”.
Desde hace un tiempo Xavi Sala mantiene una relación estrecha con la Escuela de Cine Comunitario y Fotografía Pohualizcalli, de Iztapalapa, y sobre este asunto mencionó: “en la película hay varios actores y actrices formados en esa escuela, todos ellos muy talentosos. Mercedes Hernández, maestra de actuación en Pohualizcalli, me recomendó que hiciera casting a varios de sus alumnos, algunos de los cuales quedaron finalmente en el filme. Pienso que debería haber más oportunidades para actores de zonas periféricas, rostros nuevos y auténticos y con gran talento actoral”.
Con respecto a cómo se hizo La virgen silenciosa, Sala indicó: “la película no recibió ningún apoyo oficial público o privado para su rodaje. La produje de forma guerrillera gracias a la generosa aportación económica desinteresada de amigos y familiares, y del gran apoyo de las actrices, actores y equipo técnico que rebajaron considerablemente sus sueldos para que pudiéramos filmarla. El rodaje duró tres semanas y todas las locaciones se encuentran en la Ciudad de México: la Doctores, la Narvarte e Iztapalapa”.
Creativamente realizando esta película, Xavi Sala se sintió “muy contento con el resultado final y el buen recibimiento que ha tenido hasta la fecha. Estoy muy orgulloso del gran trabajo que hicieron las actrices y la entrega y profesionalismo del equipo. Sin todos ellos esta película no habría sido posible”.
Finalmente, Xavi Sala adelantó qué sigue para La virgen silenciosa: “Después del estreno en el Festival Black Nights de Tallinn, la película viajará a otros eventos internacionales y gestionaré su posible distribución en otros países. Espero que pronto llegue a México y se pueda estrenar comercialmente el próximo año”.

