La diputada Laura Irais Ballesteros Mancilla (MC) impulsa una iniciativa para reformar el Código Civil Federal, a fin de establecer que los bienes afectos al patrimonio de la familia y “los animales domésticos” son inalienables y no estarán sujetos a embargo ni a gravamen alguno.
El documento, que modifica los artículos 727 y 752, y adiciona el 752 Bis y el 855 Bis, precisa que los animales domésticos no serán considerados bienes muebles. Señala que son seres vivos dotados de sensibilidad.
Agrega que tratándose de los actos jurídicos que involucren a los animales serán aplicables las reglas relativas a los bienes muebles o inmuebles, según corresponda, siempre que no se contravenga a su naturaleza como seres sintientes.
Estipula que el propietario, poseedor o titular de cualquier otro derecho sobre un animal está obligado a ejercer sus derechos de manera responsable y cumplir con los deberes de cuidado que le corresponden, así como asegurar en todo momento el bienestar del animal.
Asimismo, se reconoce a los animales domésticos como seres sintientes, por lo tanto, son sujetos de consideración moral y trato digno. Toda persona tiene la obligación jurídica de respetar su vida y velar por su bienestar, según las necesidades y características biológicas de cada especie.
Indica que la protección y el bienestar de los animales se regirá por lo que disponga la legislación nacional e internacional y la normativa aplicable, así como por lo dispuesto en el Código Civil Federal en todo aquello que sea pertinente y en la medida en que sea compatible con su naturaleza.
La iniciativa, turnada a la Comisión de Justicia, argumenta que los animales son sujetos de derechos y no objetos bajo la propiedad de los seres humanos, pues estos no pueden ostentar dominio sobre ellos. En consecuencia, el Estado tiene la obligación de protegerlos como a cualquier otro ser vivo.
Los animales domésticos, afirma, se han convertido, en muchos hogares, en miembros integrantes de la familia; desempeñan funciones de protección, apoyo, compañía, afecto y cuidado hacia los seres humanos. Es evidente la existencia de un vínculo de apego recíproco, especialmente en las denominadas familias multiespecie, donde estos son tratados como parte de este núcleo.
Por ello, sostiene que a los animales se les debe respetar, proporcionar los cuidados necesarios y las consideraciones debidas inherentes a la dignidad y buen trato a que tienen derecho.

