El gobierno debe escuchar a la gente para encontrar soluciones

Por Víctor Barrera

Descalificar y minimizar las manifestaciones que se presentaron el sábado pasado en el país no es bueno para el gobierno federal, que pretende insistir en que existe un gobierno con fuerza, sin embargo, estas posturas son más de partidos políticos que de un gobernante de un país.

Expresar que el gobierno y el pueblo juntos no son derrotados, es descalificar a la gente que piensa distinto y esto enquista aun más la división y no ayuda en la unidad necesaria para sacar a flote al país.

Claudia Sheinbaum Pardo, deberá dejar de oír las voces que la aconsejan que descalificando a los opositores estos desaparecen, porque no es cierto, sino al contrario.

Intentar infiltrar gente simpatizante de Morena para provocar el caos, es solamente algo adverso a la gobernabilidad del país, porque esto provoca mucho más odio, y esto es aprovechado por grupos violentos que buscan cualquier pretexto para destruir, aun cuando no tengan idea de lo que es una marcha pacífica, porque ellos están dispuestos a todo con tal de destruir y posiblemente salir fotografiados en loa medios impresos o video grabados para las televisoras.

Claudia Sheinbaum, no puede descalificar la marcha, porque no estuvo presente para atestiguar lo que ocurrió y quien o quienes fueron los primeros en provocar la violencia.

Es cierto que se esperaba una marcha con consignas en contra del gobierno de Claudia Sheinbaum, pero no es atizando el odio como se resolverán los problemas, porque un país que se encuentra estancado económicamente, no otorga nada para la gran mayoría de la gente que ve como solo un pequeño grupo de personas se enriquecen sin medida, mientras que la gran mayoría sigue en el límite de la pobreza y la pobreza extrema.

Y quizás por esto, se amurallo el Palacio Nacional, porque saben que la gente ya empezó a abrir los ojos y esto podría provocar más que un movimiento social, sin embargo, no se hace nada para dar las soluciones correctas e ir disminuyendo el descontento y coraje de la gente.

Se dice que este gobierno respeta el derecho a la libre manifestación, pero se reprime con gases y con un grupo de policías para golpear a cuánta gente tengan en frente y les permite a su vez amedrentar y realizar actos vandálicos a estos policías, que supuestamente están capacitados para proteger a la gente.

Se dice que se va las causas que provocan los grandes males del país, como es la corrupción, y la inseguridad, pero no se hace absolutamente nada para erradicar estos males, sino al contrario se protege a los suyos argumentando que la presidenta no está para destituir a gobernadores, pero tampoco hace nada para evitar que los males se sigan acentuando en el país.

Atender las causas es crear oportunidades para que en el país se capten las inversiones necesarias que originen las fuentes de empleos requeridos con salarios dignos, que permitan la mejor calidad de vida de la gente. Es originar un sistema de salud que cubra a toda la población y no solo a los llamados grupos vulnerables. Establecer políticas públicas a favor del desarrollo y movilidad de la gente y no mantenerlos en los límites de la pobreza y cada dos meses salir de ella por dos o tres días, pero regresar después de una semana a la misma.

Lo que se ha hecho en estos siete años, de transformación, es dividir a la gente entre buenos y malos, establecer una clase política rica con un gobierno igual y un pueblo pobre con grandes carencias.

Las manifestaciones deberán ser resguardas, para evitar que esos grupos violentos se infiltren y provoquen caos, porque las manifestaciones deben ser el punto de partida de las políticas públicas, porque una crítica debe ser escuchada y no desechada para encontrar soluciones y no crear más problemas.

Minimizar estas marchas y descalificarlas es seguir segregando a la gente y algo contrario a lo que señalan como un gobierno incluyente.

No debe importar si marchan dos o tres o miles o millones de personas, se debe escuchar las marchas, y escuchar las consignas, están no hacen daño, aunque duelan, pero son parte de la solución.

Hablar de pueblo es solo utilizar palabras sin sustento, porque el pueblo somos todos y no solo los que piensan o están bajo el manto de Morena. Observar cómo los policías que también son pueblo, se golpean con la gente es no tener sentido común, sino solo es pensar de manera ególatra.

El cargo es por seis años, el oprobio es por toda la vida. Si Claudia Sheinbaum quiere a pasar a la historia, no solo como la primera mujer presidenta, si no como la mejor en la historia del país, debe aprender a escuchar, principalmente a los que no piensan igual que ella, para alcanzar los acuerdos y soluciones necesarias.

El gobierno debe ser el eje de la sociedad y no el factor que inicia la discordia. El gobierno debe buscar las soluciones de la mano de la gente para alcanzar la paz social del país, la movilidad y bienestar de la gente

El gobierno debe tener una lectura de las manifestaciones y no descalificarlas porque entonces no es gobierno. La presidenta debe servir a todos y no solo a un grupo.

Nadie quiere provocar a un gobierno para que le vaya mal, sino todo lo contrario.