En medio de un entorno aún de incertidumbre y con una economía debilitada, la confianza de los consumidores en México reportó, en noviembre pasado, su mayor caída mensual en cuatro años, de acuerdo con la información divulgada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El reporte, que elaboró el instituto de manera conjunta con el Banco de México (Banxico) señaló que en noviembre pasado el Indicador de Confianza del Consumidor (ICC) se ubicó en un nivel de 44.2 puntos con cifras desestacionalizadas.
Esto representó una caída de 1.6 puntos en comparación mensual, el mayor desplome que se observa en el ICC desde diciembre del 2021, cuando cayó 1.8 puntos. Asimismo, fue el tercer retroceso al hilo.
“Los resultados reflejan un sentimiento pesimista de las familias, con un particular deterioro en las evaluaciones respecto a la situación económica del país, tanto actual como hacia futuro. A su vez, persiste un debilitamiento en las condiciones económicas de los hogares (actual y a futuro), lo que ha debilitado las evaluaciones de posibilidades de compra de bienes duraderos y no duraderos”, indicó Monex en un análisis.
En comparación anual, el ICC mostró una caída de 3.5 puntos.
A detalle, en el reporte se observó que los cinco componentes del ICC mostraron retrocesos, siendo éstos más marcados en cuanto al sentir de la situación económica del país, el cual ha pasado un año de incertidumbre y donde se espera que la economía crezca menos de lo esperado.
La mayor caída se dio en el componente que se refiere a la situación económica del país esperada en un año, con un retroceso de 2.4 puntos mensuales.
Le siguió la situación económica actual del país, en donde los consumidores se mostraron más pesimistas con una caída de 2.3 puntos mensuales.
En el caso de la situación económica esperada de los miembros del hogar, la caída fue de 1 punto, mientras que la percepción sobre su situación actual se deterioró en 0.9 puntos.
Por su parte, las posibilidades de compra de bienes y electrodomésticos retrocedieron 0.8 puntos en noviembre.
En este sentido, el análisis de Monex señaló que factores internos podrían limitar el gasto de consumo destinado a las compras de fin de año, como lo son el enfriamiento del mercado laboral, la debilidad en la dinámica económica interna y la desaceleración de las remesas, que son un ingreso relevante para las familias mexicanas.
“Hacia adelante, la atención se centrará en la evolución de estos indicadores, en particular en la trayectoria de la inflación. De este modo, los próximos datos permitirán evaluar si el consumo mantiene su tendencia de moderación o si logra estabilizarse hacia el cierre de año, recordando que en las cifras de septiembre se presentó un pronunciado debilitamiento”, indicó el análisis de Monex.
Este año, la economía mexicana ha pasado por una incertidumbre generada, principalmente, por las decisiones de políticas comerciales de Estados Unidos. Si bien el gobierno prevé un crecimiento entre 0.5 y 1.5%, el consenso de especialistas arroja una proyección de apenas 0.4%, de acuerdo con la Encuesta Citi de Expectativas.
Del lado de los indicadores complementarios, los 10 que componen el ICC mostraron retrocesos, siendo el de las posibilidades de ahorro el que más cayó en noviembre.
De acuerdo con el reporte, este indicador disminuyó en 2.9 puntos en el penúltimo mes del año, seguido de una percepción más pesimista respecto al comportamiento de precios, con una caída de 1.6 puntos.
“En cuanto al comportamiento de los precios, se registró menor confianza respecto a su desempeño en los próximos 12 meses, lo que apunta a una menor estabilidad en la inflación y por ende una limitante adicional para los niveles de consumo. Lo anterior aunado, al abrupto deterioro en las posibilidades de ahorro actual y futuro, así como en la situación del empleo en el país”, indicó Monex.
También hubo un deterioro en las expectativas sobre las posibilidades de construir o remodelar casa, con una caída de 1.5 puntos, mientras que la situación económica personal esperada retrocedió 1.3 puntos en noviembre.
“Los hogares fueron menos optimistas respecto a su situación económica actual comparada con la de hace 12 meses e incrementaron su pesimismo en las condiciones esperadas a futuro. A su vez, las evaluaciones en torno a las posibilidades de compra se debilitaron ligeramente, lo que sugiere cautela y posible moderación en el consumo de las familias. En particular, se registró reducción en las expectativas de gasto destinado a alimentos, artículos de vestir y calzado; así como en las vinculadas a la adquisición de un automóvil nuevo o usado. Además, disminuyeron las expectativas respecto a la planeación para la construcción, o compra de una vivienda y las relacionadas con la posibilidad de salir de vacaciones”, agregó Monex.

