El autotransporte de carga cerrará 2025 sin crecimiento, una situación que de no atenderse podría prolongarse en los próximos años, expuso la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (CANACAR).
El secretario general de la CANACAR, Augusto Ramos, explicó que existen tres factores principales detrás de este estancamiento.
El de mayor peso, señaló, es la guerra arancelaria impulsada por el presidente de los Estados Unidos Donald Trump, seguida de la sobrerregulación y los extensos trámites administrativos que enfrenta el sector, y, en tercer lugar, las deficientes condiciones de la infraestructura carretera en el país.
En el caso específico de los aranceles al sector automotriz mexicano, Ramos detalló que las plantas ensambladoras, que de manera tradicional detenían operaciones durante dos semanas en diciembre, en este 2025 extendieron sus paros hasta cuatro semanas, lo que tuvo un impacto directo en toda la cadena logística.
“Hoy muchas plantas ya están paradas. Y cuando eso ocurre, se frena toda la cadena: acero, autopartes, logística. Cada vehículo implica más de 3 mil componentes que dejan de moverse”, explicó.
A ello se suma el rezago en los trámites para la obtención y renovación de licencias federales, situación que ya generó una escasez estimada de 50 mil operadores de transporte de carga en el país.
Como ejemplo, Ramos señaló que en Nuevo Laredo alrededor de mil 500 operadores se encuentran detenidos, debido a la falta de citas para completar sus trámites ante la autoridad correspondiente.
“La falta de operadores ya no es un tema laboral, es un problema estructural que frena al sector”, afirmó.
El empresario explicó que, si bien México logró evitar una recesión técnica, el hecho de que el autotransporte de carga cierre 2025 sin crecimiento confirma un entorno de debilidad económica y un menor dinamismo en el movimiento de mercancías.
“Cuando la carga no crece, la economía tampoco lo hace. El autotransporte es el termómetro más claro del país”, sostuvo.
En materia de infraestructura, Augusto Ramos expuso que más del 40% de las carreteras no federales en México se encuentran en condiciones deficientes, lo que incrementa los costos logísticos, reduce la eficiencia operativa y ha contribuido a la parálisis gradual del sector.
De acuerdo con un análisis de la CANACAR, la saturación vial ha elevado los tiempos de traslado entre 40% y 60%, debido a que muchas carreteras diseñadas hace más de dos décadas hoy funcionan como vialidades urbanas, sin haber sido adaptadas para el volumen actual de transporte de carga.

