Por Victor Barrera 
A fin de establecer la regulación relativa al impulso y fomento productivo de la apicultura, así como las medidas de conservación y protección de los agentes polinizadores, la diputada Jazmín Yaneli Villanueva Moo, presentó una iniciativa suscrita por el diputado Jorge Luis Sánchez Reyes, ambos integrantes del Grupo Parlamentario de Morena, por el que se expide la Ley General de Fomento, Desarrollo y Protección de la Apicultura y sus Agentes Polinizadores.
En el marco de la Comisión Permanente, la legisladora indicó, que esta propuesta reconoce con claridad que las abejas son un recurso estratégico de la nación y lo hace no solo desde una perspectiva ambiental, sino también desde una lógica de justicia social, de desarrollo sustentable y de bienestar colectivo.
Lo que se busca con esta ley, dijo, es hacer frente a una crisis silenciosa, pero devastadora: la desaparición acelerada de abejas y otros agentes polinizadores. Esta crisis, señaló la legisladora federal, no es menor. Porque “se trata solo de proteger una especie. Se trata de proteger la vida misma, nuestra alimentación, nuestra economía rural y nuestra soberanía alimentaria.
Agregó que cerca del 75 % de los cultivos alimentarios dependen en gran medida de la polinización, mientras que, en el país, esta cifra se aproxima al 85 %. “Esto quiere decir que, si las abejas y demás agentes polinizadores desaparecen, desaparecen también las manzanas, el aguacate, los chiles, el café, el cacao, desaparecen nuestros alimentos, los alimentos del pueblo de México”, advirtió.
Villanueva Moo mencionó que la apicultura es sustento de más de 43 mil apicultores, y que, de acuerdo con el INEGI, producen en promedio 58 mil toneladas de miel al año. No obstante, la apicultura representa mucho más que la producción de miel.
Abundó que cerca del 90 % de los pueblos originarios la apicultura es la principal actividad económica, además de la segunda fuente de diversas divisas del sector pecuario. Sin embargo, esta actividad vital está amenazada por el uso indiscriminado de pesticidas por la deforestación del cambio climático y la ausencia de regulación clara.
“La ley que hoy presento, en lugar de nuestro compañero, cubre este vacío normativo y busca poner orden, coordinación y apoyo donde antes había abandono. La creación del Registro Nacional de Apirarios, un Registro Nacional de Apicultores o un Fondo para el Desarrollo Apícola Mexicano son herramientas fundamentales para planificar con inteligencia el desarrollo del sector”.
Además, la ley propuesta busca proteger la miel como alimento esencial, regular el uso de agroquímicos peligrosos y establecer distancias seguras para los apiarios. La creación y aplicación de estas herramientas sería posible de aprobar su marco jurídico sólido, como el que aquí se está proponiendo.
Destaca plantear los mecanismos de coordinación entre los tres órdenes de gobierno; referir los derechos y obligaciones de las y los apicultores; crear el Fondo para el Desarrollo Apícola Mexicano, así como establecer su estructura y el origen de los recursos para su conformación.
La iniciativa se turnó a la Comisión de Desarrollo y Conservación Rural, Agrícola y Autosuficiencia Alimentaria, con opinión de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados.