Por Víctor Barrera
La cámara de diputados aprobó un presupuesto de egresos que, a decir de los legisladores del partido oficialista y aliados, es el suficiente para detonar el crecimiento y desarrollo de muchas zonas del país, para que al finalizar el año el crecimiento económico nacional se ubique en el parámetro establecido por el gobierno federal que va de entre el 2 y el 3 porciento.
En tanto para los legisladores de oposición este presupuesto está incompleto y no está encaminado a superar los rezagos que las pasadas administraciones han dejado en sectores como el campo y la industria nacional.
Lo que es cierto es que, si este presupuesto que se ejercerá, que está por encima de los 9 billones de pesos, además se ha autorizado al gobierno federal a establecer una deuda de 1.6 billones de pesos, por lo que, de acuerdo a las cifras este incremento en el déficit fiscal seguirá siendo manejable porque apenas estará por encima de la media de la productividad nacional del país.
Como sea, el 2025 se presenta como otro año con bastantes obstáculos a sortear, no solo a México sino también a nivel mundial. Mientras que en Estados Unidos el 20 de enero entrada para su segundo mandato de gobierno Donald Trump, en Medio Oriente la guerra continua y al parecer será interminable debido a las décadas que tiene este conflicto, si a esto sumamos que en la parte oriental de Europa, en territorio de la antigua Unión Soviética, la lucha continua entre Rusia y Ucrania y países como Corea del Norte siguen en la carrera armamentista demostrando que su desarrollo en este tenor es mucho mayor a su crecimiento económico, pone al mundo aun en vilo sobre un conflicto mundial.
En México, será la presidenta Claudias Sheinbaum, deberá ya establecer que ella es quien determina el rumbo que tomara nuestro país para resolver todos los problemas persistentes.
Esto con el objetivo de empezar a escribir su historia como la estadista que por se la primera mujer presidenta, llevo al país a un camino de crecimiento y desarrollo.
Es cierto que es difícil dejar de lado algunas ideas y forma de actuar de quien durante muchos años se convirtió en su guía, pero de no hacerlo simplemente pasará a la historia con la palabra de continuidad, y no se podrá apreciar si en verdad llego por merito a ese puesto público o porque las circunstancias enfilaron ese rumbo.
Sheinbaum Pardo deberá entender que la ideología puede compartirse, el poder no, porque en ella pesara todo lo que ocurra durante los seis años de su mandato.
De no hacerlo, su lugar en la historia no estará completa, y, repito, , solo se le recordaría como la continuidad de un poder que jamás quiso alejarse e impuso a personas allegadas para “atar de manos” a la presidenta y con ello mantener dictando el desino del país y los mexicanos, que hasta el momento no ha sido lo que muchos esperaban.
El poder que significa las riendas de una nación, no se puede compartir aun cuando haya afinidad ideológica, porque tarde o temprano las diferencias en los enfoques para resolver problemas a aplicar las políticas públicas se presentan, originando luchas intestinas que perjudican principalmente el desarrollo y crecimiento nacional y por supuesto afecta la calidad de vida de los mexicanos.
Sheinbaum Pardo debe olvidarse de la amenaza que significa una consulta sobre revocación de mandato y trabajar para, llegado el momento, la gente califique su trabajo y no su cercanía con el de Macuspana.
La amenaza de que se utilicen infinidad de narrativas para denostar su labor, en caso de no seguir con una continuidad , deberá ser lo que menos le preocupe a Sheinbaum Pardo, su máxima preocupación es llevar a buen puerto al país para la que la gente pueda tener una mejor calidad de vida, con sistemas de salud y educación que soluciones la carencias que han mostrado en los últimos años, Un crecimiento económico que invite a una gran cantidad inversionistas a establecer en el país a largo plazo, para que esto se convierte en generación de empleos para que no tengan que salir los connacionales hacia Estados Unidos en búsqueda de esas oportunidades laborales, con salarios dignos, que no se encuentran en el país.
Un país unido y en paz será la mejor carta presentación, para Sheinbaum Pardo sea referente histórico y no una política populachera que solo distribuye riqueza y concentra la riqueza en pocas manos.